Madrid recibía a Drago, la nueva banda de Javier Cardoso (ex Vita Imana) en una variada velada de metal en la Sala Caracol.
La tarde había comenzado con Roots Of Tanuki, saliendo los salmantinos a comerse el escenario con su propuesta de Groove Metal de tintes Sludge. La banda, cuyo sonido puede recordar en momentos a todos unos Lamb Of God, dejó momentos interesantes y de la mano de su vocalista Rober supo ganarse a un público al que regalaron temas como «Hardcore Hits Cancer», o «Love and Hate» que se presumen auténticos trallazos si las condiciones de la sala acompañan.
Víctimas de ese sonido nada propio de la sala en la que nos encontrábamos fueron también Outreach. Los Madrileños cultivan un metal progresivo cercano al Death que en los registros y matices infinitos de su frontman Nines Bathory es la mejor de sus armas. Hicieron las delicias de los que allí estábamos y nos dejaron con ganas de poder apreciar el virtuosísimo de que atesoran los temas “Ephemeral Existence” en mejores condiciones … Sin duda un muy buen concierto que nos dejó con una sonrisa en la cara esperando el plato fuerte de la noche …
Drago saltó al escenario, con el aforo casi completo y es que, a pesar de su debut, quedó claro que había muchas ganas de disfrutar de la nueva banda del vocalista Javier Cardoso.
“Libertad ” y “Prima Nocte” fueron los temas de su primer disco “Vórtice” elegidos para abrir fuego y nos sirvió para contrastar que lejos de ser un mero pasatiempo, Drago es un ente a tener en cuenta a pesar de lo alejado estilísticamente de la banda con la que alcanzó el éxito. Sus temas, de una honestidad lírica apabullante, suenan potentes (impecables en base rítmica) y con agresividad realzada por unas acertadas partes melódicas.
Fue el siguiente tema “Samurai” el que desató por fin a una audiencia que parecía en un primer momento narcotizada, pero que se fue inflamando a medida que crecía el grupo y que explotó con esa andanada de mala leche que es “No Soy Un error”.
A continuación “Danna”, con esa maraña de riffs de Juan Manuel Viñas e Iván Checa (guitarras) tejida sobre el potente muró sónico que construyen Carlos Sobrino (bajo) y Rodrigo de Lucas (batería) abren camino a ese angustioso pozo de negrura que es “El fantasma del espejo”.
La versión “Y’All Want a Single” de Korn resultó inesperada y lógica al mismo tiempo, por su fuerza, la cua’dio paso a “Estrella del Norte”, tal vez uno de los mejores temas del álbum… Para entonces Drago encaraba la recta final del show con una brutal “Lobo”, para finalizar, al igual que en el disco con el instrumental “Invisible” que dejó a grupo y asistentes sudorosos y complacidos.
En suma, una magnífica puesta de largo que constató lo evidente: que este grupo de “novatos” y las muchas horas de trabajo, esfuerzo y cariño detrás de un proyecto que es, desde ya, una inmejorable noticia para el metal patrio.
POR: MIGUEL A. ARRATE