Y por fin llegó el día… Por fin el tan bien promocionado II Sevilla Metal Fest estaba en la ciudad, Sala Even, para cerrar un año que fue de lo más intenso en cuanto a visitas y presentaciones de bandas de Metal Extremo… Pero el de anoche ha sido EL evento del año y aquí te explico porqué.
Vamos por partes: La organización fue impecable desde el vamos… Tanto por los horarios y por la manera de llevar adelante cualquier inconveniente que surgiera como por la selección de las bandas. Pero lo más interesante fue cómo, día tras día, salía alguna publicación en las RRSS que te recordaba de forma divertida que algo muy grande iba a ocurrir en Noviembre. Me despertaba cada día y lo primero que buscaba en internet era el nuevo cartel, la nueva promo, las entrevistas, lo que sea… Currado a tope, divertido y de manera inteligente (¡chupate esa Media Markt!) hasta aprovechando las corrientes publicitarias del condenado Black Friday. ¿Porqué menciono esto? Porque el aforo de la sala estaba esplendoroso. Nos encontramos con músicos de otras bandas (Muser, Misers, Pinball Wizard entre las que recuerdo). Una buena respuesta de la gente que supo valorar las producciones en las que se mete la gente de Sevilla Metal, un año redondo y muy bien trabajado. Felicidades sinceras, compañeros.
El cartel fue, por orden de aparición, FIRE GROWTH – SCAPELAND – DEVIL IN YOU – BLOODHUNTER.
Los responsables de abrir fueron los FIRE GROWTH, que se encontraron con una sala casi vacía, lo cual nos asustó un poco, pero apenas pasados los 5 minutos, la peña miró el reloj y se metieron para no perderse nada. La sala se calentó con el talento de una banda que está comenzando una nueva etapa en una carrera muy joven y prometedora.
El set fue entretenido, algún que otro pequeño problemilla de sonido, pero no empañó una puesta en escena de las que me gustan: la banda, el sonido, el público y velocidad. Con ciertos toques complicados a la hora de etiquetarlos, la ejecución correcta de cada uno es una buena base para estar atentos al próximo trabajo que van a sacar, ahora sí, con la cantante actual, a lo largo de 2020. Hablando de voces, las interpretaciones de la vocalista han sido intensas, con un toque de expresión artística muy sentida, como si cada palabra saliera en ese momento de su alma. ¿Se los notaba un poco nerviosos? Puede ser, pero no ha opacada para nada un buen show que se ha ido creciendo y nos han entregado un par de adelantos del disco que se encuentra en post-producción. Las voces oscuras del guitarra se matizaban de una manera que sumaba a las bases potentes y daba un toque de fuerza extra. Como detalle, la versión que entregaron de “Killing in the name” de R.A.T.M. hizo el primer pogo de la noche, haciendo de la primera línea del escenario una buena fiesta. Arriesgado, sí… pero han demostrado que fuerza y estirpe de Metal tienen para entregar.
Con un cambio rápido, subieron los SCAPELAND que siguen girando con su trabajo Evil Mind Pieces. Aquí es cuando la intensidad del Festival cambió por completo. Escuchando detenidamente a la banda te encontrás con una máquina perfecta, muy poderosa y con un conocimiento de su sonido que los hace tan particulares. La batería y el bajo forman una suerte de caja de resonancia amplificadora donde la voz y la guitarra hacen lo que quieren. Suben y cambian de ritmo, de tempo, de tono.
Las decenas de influencias se van presentando una a una en los recorridos virtuosos por el mástil de la guitarra. Riff´s que pasan de progresivo a Power, y de Thrash a Core en una misma canción. El cantante me parece ultra-versátil, sin complejos y enojado todo el tiempo, entra en escena como paseando por su casa y de pronto te planta dos growls y te arrastra hacia ellos sin nada que puedas hacer. Se meten en el bolsillo al público que no los conozca con la versatilidad (repito) que hace del show una experiencia intensa tanto para quien quiera disfrutar de un set salvaje, como para el “preciosista” que disfruta de ejecuciones impecables. Conversando con un colega, hace unos días, nos encontramos comparando bandas de alcance nacional, buenas bandas a un paso de ser masivas, que en set´s extensos, tal vez, en cierto momento te hacen perder la conexión de quienes no son “ultra-fan” del grupo (esto no es despectivo). Con Scapeland no te ocurre. Canciones como “I AM” o “Take´em out” o “Gods Love” son una escasa muestra del nivel de la banda en directo.
Luego la cosa cambió de tercio, nos quedaba un trecho lleno de Death meticulosamente ejecutado y con variantes que, por suerte, hacen del directo una experiencia ilustradora. Subieron los experimentados DEVIL IN YOU para sacudirnos el alma con un set rápido, brutal y de una presencia sin artilugios de esas que te hacen ver el show sin quitar los ojos de encima, los que ya no bailamos, y los que sí… más todavía. Primera vez que los disfrutaba en directo, el porte en escena, la furia con la que dan golpe tras golpe, los hizo estar a la altura de lo que había pasado, y de lo que vendría. El sonido envolvente que propone la banda es rápido, sin juegos exóticos y una variedad de tonos y colores que te dejan catatónico.
Con una historia más compleja que la que pueda explicar en estas líneas (ya os traeremos información biográfica) me dejó impactado la respuesta de la gente. Si bien entre los cambios siempre se pierden algunos acólitos para clavarse un serranito que a veces tarda un poco más, el aforo de la sala seguía creciendo considerablemente. Me agradó ver una buena cantidad de fieles pegados al borde del escenario, sacudiendo la cabeza y bailando con la agresividad tan prolija y feroz que bajaba hasta nosotros. Admiro terriblemente las voces que, canción tras canción, sin fallar una vez, sacan esos guturales tan potentes, oscuros, temibles. Me fliparon canciones como “Like my hell” o el tándem final para terminar de descuartizar a la peña “Blood redemption” + “Evil Church”.
Entonces llegaba la banda cabeza de cartel. Con apenas 2 trabajos, y ya pre-produciendo un tercero, nuevamente parte del cartel del “Resurrection Fest”, BLOODHUNTER estaba listo para descargar y demostrar por qué se habla tanto de ellos. Introducción de las que molan por lo escénico como aderezo, una presencia acojonante y un gran despliegue, largaron de entrada con tanta intensidad que se metieron al público en el bolsillo desde el minuto cero.
Se notan las horas sobre un escenario, el sonido es, simplemente aplastante, conmovedor. Unos recursos técnicos para componer que luego no defraudan en el directo. Mucho se ha escrito sobre esta banda, con cierta maldad a veces, y nunca entendí el motivo. La profesionalidad para presentarse y currar se nota cuando la intensidad no baja ni un minuto. El atrezo que le ponen con monjas-caníbales o demonios erótico-caníbales se funde para dar más brillo a detalles como un interludio con la banda de sonido de “La semilla del diablo”. La intriga que tenía por escuchar en directo a otra banda producida por Alex Cappa me hizo acodarme lo más posible al escenario y no perder detalle. Lamentablemente he visto varias que en el disco suenan de una forma que no pueden reproducir en el directo. Pues este NO es el caso. Banda de las grandes, con componentes técnicos que te deslumbran, bajo y batería son tan brutos y acompasados, que dejan que la guitarra despliegue tranquilamente la técnica y recorra con dedos que se multiplican por el mástil y los trastes de ida y vuelta y por todo lugar de donde pueda sacar algún sonido. En un momento, con tanto rollo satanista, me fui por unos instantes mientras la monja se llevaba a los avernos a la vocalista, y me acordé de la película “Crossroads” y me imaginé a este muchacho, en algún bar de Galicia, firmando un pacto con el Innombrable para luego ir por España sacando lustre a infinitas notas… Así me hicieron quedar estas bandas anoche.
Para cerrar la crónica, qué decir de Diva Satánica. “Front-Women” de las pocas, con una capacidad de resonancia gutural que te destripa y que se lleva todos los flashes, las miradas, liderando este ataque continuo de una banda que espero, muy pronto, salga a patear culos por la escena europea nórdica, y se codee con esos grandes animales que tanto veneramos. ¿Por qué digo esto? Porque además su calidez humana está a la altura de su despliegue técnico. Canciones que ya son clásicas, como “The end of faith” o “All these souls shall serve forever” han sido clavos que han cerrado ataúdes a sus pies. Para siempre, porque nadie se olvidará de lo que se ha vivido anoche.
EL II Sevilla Metal Fest se ha llevado todos los laureles de los eventos a pulmón hechos en la ciudad. Un cartel perfecto, impecable, una sala que ha dado los requerimientos precisos para disfrutar de presentaciones que, de verdad, se pueden disfrutar en cualquier festival grande. La gente respondió, el buen rollo fue constante, sin puntos negativos que contrastar. Una verdadera celebración del Únderground más profesional que te puedas encontrar en Sevilla. Seguro me quedan centenar de detalles que pueda decir, contarles… Pero hasta aquí escribo para decir que muchas veces no te da el tiempo para reseñar, estar al día de las noticias de bandas de un nivel tan alto, que podrían estar tocando en cualquier festival europeo, haciendo sombra a otras grandes bandas. Grandes bandas que, como bien dijo uno de los Mind Drillers en un concierto “Esas bandas van a desaparecer, y cuando eso ocurra en España hay talento de sobra para que las remplacen, por eso, hay que apoyar nuestra escena” Totalmente de acuerdo, y alegre de haberlo vivido anoche en el Sevilla Metal Fest.
Namasté…
CRÓNICA: SEBAS ABDALA