SEVILLA CELEBRA LA PRIMERA EDICIÓN DEL NO COVER’S FESTIVAL
Que te digan que el día antes de un festivo como el de la Constitución hay concierto, suena bien la noticia, pero ya si avisan de que es gratuito es como para pensarse por qué no tendría uno que ir. Y aun así podría haber ido sin la cámara y haber disfrutado como público, pero eso como que ya no va tanto conmigo. La Sala Fanatic acogía precisamente el 5 de diciembre, de entrada gratuita hasta llenar aforo, la primera edición del No Cover’s Festival en el que contábamos con grupos andaluces como Brutal Slaughter, Histeria, Vianal y Vikingore, siendo el plato fuerte de la noche los colombianos Misticia, que tocaban en Sevilla con motivo de su tour europeo.
El orden de los grupos no se sabía hasta que comenzase el concierto en sí, aunque alguna que otra pista saqué por ahí antes de tiempo. La organización se encargó de que los horarios se siguiesen a rajatabla debido a la cantidad de grupos que había para ese día en la sala y cumplieron a la perfección. Tal y como estaba programado, a las 8 de la tarde, los encargados en subirse a las tablas fueron Histeria con su heavy metal clásico. El sonido del grupo era realmente bueno (cosa que también era parte del trabajazo que hizo el técnico de sonido de la sala), aunque por desgracia la sala no empezó a llenarse de manera escalonada debido a que había gente fuera bebiendo o que no habían podido llegar porque estaba alguno que otro trabajando. Histeria salió como un huracán, y buena cuenta de ello dieron con canciones como Ecos de Ti, Almas de Metal o Dónde Estás. Apenas había fallos en el sonido (quitando alguna nota suelta de las guitarras) y eso hacía que la potencia que tiene este grupo se apreciase bastante. Llegó el momento en el que la gente se preguntó por quién era el dueño del teclado que estaba montado en el escenario. Pues bien, resulta que era de nada más y nada menos que de Rafa Córdoba (guitarrista de Medictum) que acudía a colaborar con el grupo en lo que fueron los dos últimos temas de su concierto porque ya no tenían tiempo para más, Una Sola Razón y Lucharé.
En el primero de ellos, por desgracia, a Rafa directamente no se le oía nada, el resto de instrumentos y voces se comían su sonido, pero en el remate con Lucharé ya llegó a tener la atención que precisamente necesitaba para que el grupo sevillano pudiese cerrar un concierto que, salvo por la hora a la que empezó que fue lo que les afectó por la ausencia de público, fue de algo muy positivo para el quinteto.
El segundo asalto de la tarde noche lo ponían unos viejos conocidos para el equipo de Algoderock, les tocaba a Vianal. Y que vamos a decir de estos cuatro bichos que no conozcamos ya: canciones rápidas y cargadas de brutalidad para “mover el esqueleto” a base de mosh pits (aunque por desgracia no se montaron muchos) y pegar saltos como locos. Ya la sala se iba llenando de más gente (ya las 8 de la tarde iba siendo la hora a la que iba llegando el público en general) y el cuarteto empezó a hacer de las suyas. Tras la intro llegó la descarga y llegaron temas como Cerrajero 24H, su clásico 2 Pavos o 2 Errores.
Al igual que con Histeria, ellos no iban a ser menos con respecto a lo que era el sonido en la sala. Zarbi estaba como siempre de un lado a otro reventando el micro, Dolly (que tuvo que contar con ayuda de Brutal Slaughter porque estaba sin guitarra y tuvieron que dejarle una por tener problemas con la suya al parecer) con los riffs machaca tímpanos, Tzaraath que en una de estas creía que se quedaba sin cuello y Matoto que se estaba comiendo la batería. La diversión seguía a base de Salvador, Hipnovision o Decoro Zero, con temas que podían ser sino de un minuto, serian de dos como mucho como siempre ha caracterizado el grindcore. Para ir poniendo su broche final, dieron los agradecimientos pertinentes para acabar cerrando con Protopor3, 2 2 4 y AP-4 en otro concierto que tuvo que ser también algo más rápido para cumplirlo todo en su debido momento.
Tras el intercambio clásico entre grupo y grupo (que uno aprovecha siempre para salir a fumar), les tocaba a los gaditanos Brutal Slaughter con su blackened death. Con una intro a capela al estilo homilía satánica (o al menos por lo que pude apreciar ya que si lo hace sin micro es más difícil averiguarlo), el grupo soltó la oscuridad en la sala. Al ambiente tenebroso comenzó a reinar y a apoderarse de una sala donde interpretaron prácticamente en su plenitud su último trabajo de estudio, Invoking the Impure. Su tema homónimo fue el que dio el pistoletazo de salida seguida de Overcoming your Knowledge. Aquí era más que inevitable que el cuello se moviese al estilo péndulo con temas como Sacrifice in Solitude.
El sonido seguía impecable en la sala, así que ellos no iban a ser menos para que se les escuchase del modo que realmente se merecían. Altar of Hell o Abomination ya iban llevando al grupo al final de su actuación para ponerle el punto final con Supremacy of the Impure One. Si sois fans de grupos como Behemoth, Hate y Atroxentis o, en el ámbito nacional, de grupos como Noctem, este grupo es perfecto para que lo escuchéis porque desde luego os va a encantar por ser precisamente ese blackened death que suena como una apisonadora.
Tras el siguiente cambio entre grupo y grupo, todo el mundo esperaba un orden que luego no fue el que se acabó llevando a la práctica. Los siguientes en saltar a las tablas de la sala eran los cabezas de cartel, Misticia con su dosis de grind con toques de folk y sludge. Era la primera vez que escuchaba a este grupo en general, así que no sabía a lo que me iba a enfrentar esa noche. Y he de decir que desde un primer momento ya empezaron a llamarme mucho la atención con la introducción donde se notaba claramente esa fusión de estilos ya mencionada. Tras ello, llegó la hora de la verdad. Misticia comenzó su show con Alergia y Yohualli y con respecto al sonido metal me conquistaron del todo por la brutalidad de este grupo. Es impresionante el poder que tienen y son capaces de descargar en directo. Algún que otro mosh pit salvaje se dejó ver con ellos, el resto de la sala estaban embobados mirando el escenario sin perderse absolutamente nada de lo que sucedía en el escenario, ese cuarteto se estaba comiendo la sala.
La potencia que tiene este grupo es realmente brutal y el hecho de que pasasen por nuestra provincia fue desde luego una suerte que tenemos que agradecerle a la organización del evento por hacerlo posible. El grupo seguía con la presentación de su último trabajo de estudio, XVA, aunque también se repasaron trabajos anteriores con canciones como Chaymantaqa o Sin Tu Dios. La unión público-grupo era una simbiosis realmente buena y, personalmente, me dio bastante pena el final de su tan notable actuación que fue con una de su último trabajo, Thanksgiving Day, para rematar con Hazañas Sanguinarias. Esperemos recibir pronto una nueva visita de este grupo.
Llegaba el final de la noche y que tanto esperaba mucha gente de los que acudieron a la sala, llegaba el turno del grupo de death metal hispalense Vikingore. Es un grupo que llevaba tiempo sin tocar por los escenarios de su propia ciudad, pero desde luego iban a echar abajo la sala como siempre pretenden hacer cada vez que pisan unas tablas. El arranque fue esta vez con uno de los temas de sus primeros trabajos, Ymmir’s Disembolwelment, que fue seguida por Red Fog de su último trabajo de estudio. Como siempre ha pasado en sus conciertos, la gente lo da absolutamente todo, viviéndolo como una auténtica batalla.
Su potencia nunca es un elemento a no tener en cuenta (cosa que les ha llevado a varias fases de la batalla de bandas del WOA), como en uno de los clásicos del grupo, la balada como siempre define su cantante Ángel, Stomped and Raped. El momento triste de la velada llegó cuando, después de decirnos que Gonzalo (bajista del grupo) estaba “drogado” a base de antibióticos por encontrarse enfermo, fue que su guitarrista Adrián estaba dando esa noche el que sería su último concierto con la formación ya que abandonaba el grupo. No por ello había que dejar que la fiesta decayese, menos aún con Swallowed by the Sea.
La traca final del concierto, entre pogo y pogo y algún que otro wal of death de por medio, no pudo ser mejor escogida por el cuarteto sevillano: el gran otro gran clásico conocido por sus fans Forgotten b the Gods, Enraged (homónimo de su último trabajo de estudio) y The Undead’s Rising fue lo que puso el punto y final a esta “era” de Vikingore. Esperemos que las nuevas noticias que tengamos de ellos vengan pronto y que sean buenas.
El evento, la verdad, para hacer el resumen, fue espléndido a nivel de organización, muy bueno a nivel de sonido (ya que hubo muy pocos fallos perceptibles) y también muy bueno por la respuesta del público. Esperemos que esto haga que la gente se mueva más y aumente la presencia del público en las salas andaluzas que tanta falta hace.
POR: GUILLE SÁNCHEZ
FOTOS: GUILLE SÁNCHEZ