La segunda y última jornada del ROCK THE COAST FESTIVAL nos llevaba a un cartel de lujo, llegamos de nuevo al recinto del Marenostrum a primera hora para intentar no perdernos nada, pero viendo los horarios ya sabía que hoy iba a ser complicado, es lo que tiene ir una persona a cubrir un festival de este tamaño, que nos dejamos muchas bandas sin poder ver.
La primera banda en salir fueron los alemanes Freedom Call, que como siempre decimos ser los primeros es complicado, pero esta vez no se notó ni el horario, ni el calor, animaron al público, que ya era mucho, desde el primer riff, potentes. Un concierto con mucha fuerza, Chris bay no paraba de animar a la gente que buscaba sombra con ahínco. Poner a una banda como Freedom Call los primeros resultó todo un éxito.ç
Antes de que acabase el ciclón de Freedom Call nos subimos al escenario del castillo a ver la actuación de nuestros amigos de Chaos Before Gea, banda local que han dado mucho que hablar en nuestro país con su última gira. Hablar de los malagueños en directo es hablar de fuerza, actitud, caña, contundencia, todos los calificativos que quieras darles. Con un escenario con muy buen ambiente, primeros pogos del día, si, Chaos Before Gea es igual a fiesta.
El día había empezado con mucha tralla, y lo que venía ahora, aún sabiendo cómo se comportan Jinjer en directo, iba a ser demoledor. Hablar de Tatiana y los suyos sobre un escenario es cosa fina. Salen, empiezan, y ese sonido de bajo y batería te destroza desde el principio, la voz es desgarradora, a veces melódica a veces diabólica.Todo el público estábamos como hipnotizados, yo no paraba de mirar a mi colega Alfonso, hacerle un gesto de, me parece que estamos entre los cinco mejores conciertos del festival. Desde el principio con el tema “Words Of Windsom” como con sus clásicos “Who’s Gonna Be The One” o “Pisces” hicieron que nos animásemos a bailar, menear las cabezas. En definitiva, con la que estaba cayendo encima nos dejaron exhaustos al terminar, no me extraña que todos fuésemos a las barras cual masa de gente sedienta.
Cerveza en mano no teníamos tiempo que perder para irnos al escenario donde nos esperaban Angelus Apatrida, si, el comienzo del día estaba siendo explosivo. Si Jinjer nos dieron por todos lados lo de Angelus Apatrida no iba a ser menos, su Thrash Metal rápido, demoledor, no dejaba a nadie ni respirar, pero llegó el momento amargo, al bajo algo le falló lo que hizo que durante un breve espacio de tiempo nos esperásemos lo peor, pero no fue así, se solucionó y Jose siguió destrozando cerebros con su bajo.
Un momento apoteósico fue cuando Guille empezó a contar que iban a hacer una versión por primera vez en directo y que la iban a grabar, y nada menos que se arrancaron con el “Give ‘Em War” de Slayer. Ahí se vino todo el mundo arriba vitoreados por Guille que incluso bromeó con hacer un wall of death como el que se hizo la noche anterior con Europe. Para terminar machacados no podía faltar su ya mítico “You Are Next”. 45 minutos se nos pasó volando, espero que la próxima vez se tenga más en cuenta a bandas como Angelus Apatrida y les den el tiempo que se merecen.
Después de la apisonadora que nos había pasado por encima con los cuatro grupos que llevábamos vistos, llegó la hora de descansar un poco, sentarnos a la sombra, refrescarnos y charlar de lo que se venía encima.
Dark Tranquillity era la siguiente banda que nos esperaba en el escenario al borde del mar, la gran cantidad de seguidores que tienen los de Gottemburg es grande, salieron al escenario con mucha fuerza pero los problemas de sonido aparecieron y la verdad destrozaron la actuación, las voces iban y venían sin saber porqué, las guitarras apenas aparecían, los teclados brillaban por su ausencia. Los músicos se lo tomaron como un problema y demostraron su profesionalidad, los temas clásicos que normalmente triunfan entre su público como “Atoma” o “Misery’s Crown” sonaron muy difuminados, el pesar entre el público era aparente, los seguidores se miraban las caras sin poder creer lo que estaba pasando. Una pena que una banda como Dark Tranquillity tenga este penoso paso por un festival como este.
Uno de los problemas que tuve, bendito problema por otro lado, es que hay que elegir la mayoría de las veces entre escenarios principales o el del castillo, y para una persona que va a cubrir un festival de esta magnitud sola, como es mi caso, es complicado la elección, sobre todo a la hora de ver a grupos que difícilmente vas a poder ver de nuevo y menos en la Costa del Sol.
La siguiente banda en ver fueron los veteranos Magnum, que dieron todo un ejemplo de actitud, de calidad y de fuerza sobre un escenario. Bob Catley domina como nadie las tablas y maneja al público a su antojo. Con el tema “Wild Swan” comenzaban el recorrido por esos temas clásicos con los que ya muchos fans estaban disfrutando. Con “Lost on the Road to Eternity” o “Your Dreams Won’t Die” el público vibraba al son de los acordes de puro Rock and Roll. Para el final de su actuación eligieron “The Spirit” y “Sacred Hour”, acompañadas a la perfección del gran tema “Don’t Wake the Lion (Too Old to Die Young)”. Ver a Magnum es todo un espectáculo sonoro, donde brilla el rock más melódico.
Pasados los minutos, el recinto se iba llenando, las gradas, el foro, porque se avecinaban uno de los platos fuertes del festival, Opeth estaban con sus instrumentos sobre el escenario para repartir todo su metal progresivo, no en vano, están considerados los reyes de este estilo. Su repertorio no pudo ser más variado ocho temas de ocho discos. Desde que empezaron con “Sorceress” hasta que terminaron con “Deliverance”, el concierto fue todo un homenaje a sus fans que estaban extasiados viendo la clase de todos los músicos. Muchos antes de acabar ya se perfilaban para buscar sitio pues a continuación en el escenario principal actuaban Ritchie Blackmore’s Rainbow.
Y llegó el día D hora H, la hora de ver en el Rock The Coast, en Fuengirola, a los grandes Rainbow con un recinto ya totalmente entregado a los de Ritchie Blackmore. Que una de las cuatro fechas que han elegido para tocar en Europa haya sido esta da forma a la importancia de lo que nos esperaba. Ronnie Romero es la voz, simplemente perfecta para Rainbow, a veces cerrabas los ojos y te parecía estar escuchando al mismísimo dios Dio. El cantante desde el principio entabló una conexión perfecta con el público, diría que casi mágica, público que una vez pasado el éxtasis de ver a Rainbow en un auténtico paraíso, no paró de cantar, de bailar y de disfrutar cada segundo de la actuación. La hora no la pudieron elegir mejor, atardecer sobre el escenario y sobre los presentes con el mar al fondo, lo vuelvo a decir, mágico.
Empezaron con “Spotlight Kid”, pero los momentos más extasiados de la noche fueron cuando tocaron “I Surrender”, 15.000 personas cantando al unísono el estribillo es una pasada, se veía que los músicos lo estaban pasando en grande. “Mistreated” con un Romero espectacular , “Since You Been Gone”, “Man on the Silver Mountain” en el que incluyeron un fragmento de “Woman From Tokyo”, “Perfect Strangers” y una enorme “Black Night” nos llevaban sin contemplaciones a lo máximo, cada riff de Ritchie Blackmore te traslada a lo mejor de la música. El concierto pasaba sin darnos cuenta alguna.
Otro de los momentos épicos, hubo muchos, fue cuando tocaron “Stargazer”, durante la cual Romero dio una clase magistral de cómo cantar un tema, con todos sus matices, es el momento de agradecer al vocalista el detalle de salir al escenario con una camiseta de Manzano y recordarle ante el público mostrando su camiseta al final del concierto.a. Qué decir de “Long Live Rock ’n’ Roll” con un Blackmore demostrando ser quien es con la guitarra. El concierto iba llegando a su fin no sin antes tocar la canción que pienso fué el momento de mayor éxtasis de la noche “Burn”, se veía en las caras del público el flipe con este tema. Al final tocaron “Smoke On The Water”, historia viva del Rock and Roll, ver a Ritchie Blackmore tocar ese riff que ha sido, es y será historia de la música es demasiado. Al final el señor Blackmore tirado de rodillas en el escenario mientras ejecutaba ese riff y el público coreaba el estribillo fue sublime, la manera perfecta de terminar la actuación. Sólo se puede decir gracias Madness Live!, gracias por haber hecho de esta noche una noche mágica.
Después del éxtasis de Rainbow y descansar un buen rato, volvimos a la carga con Darkness, lo tenían muy difícil mantener vivo al público, pero los británicos brillaron, con un justin entregado y alentando a un público que aún queríamos más rock and roll. Sacaron adelante un concierto con nota muy alta, temas como “On Fire” incendiaron el recinto, “Givin’ Up” o “Get Your Hands Off My Woman” fueron otras canciones con las que vibramos. Aunque la canción que todo el mundo estaba esperando era “I Believe In A Thing Called Love”. No pude terminar su concierto porque enseguida me subí al escenario del castillo a ver a Twelve Foot Ninja.
Twelve Foot Ninja, el poco tiempo que pude verles me encantó ese estilo mezclando lo radical con matices reggaes e incluso toques de jazz. Nick Barker supo manejar al poco público que allí había a la perfección. Una verdadera lástima que coincidiera en horarios con dos mastodontes como Rainbow y Darkness. Es una de las bandas que tengo muy pendiente para verlas cuando vuelvan por nuestro país.
Después de tantas horas de sol y música nos quisimos quedar a ver a Conception, pero el retraso que llevaban por culpa de según nos dijeron del concierto de Rainbow, nos hicieron volver a los escenarios del mar para ver a Michael Monroe. El finlandés es pura energía sobre el escenario, un torbellino, empezó con “One Man Gang” canción incluida en el próximo disco que tiene pensado publicar en octubre. El repertorio de Michael Monroe duró unos escasos 55 minutos, lo que no sirvió para que el finlandés demostrase toda su valía y fuerza sobre el escenario, no dejó ni un minuto descansar al público que se volcó de manera inconmensurable. El set list fue una mezcla de Hanoi Rocks y de Demolition 23. “Old King’s Road”, “Trick of the Wrist” . Eso sí, un buen repertorio de Hanoi Rocks con “Taxi Driver”, “Don’t You Ever Leave Me”, “Up Around the Bend” y la siempre vitoreada “Malibu Beach Nightmare”.
El festival iba llegando a su fin, no sin antes ver a los míticos Mayhem, el toque depravado del festival. Los reyes del Black Metal eligieron un repertorio que transcurría a lo largo de su discografía, empezaron con sus temas nuevos, más modernos, sonaban más limpios y muy brutales, una segunda parte más espiritual y la tercera con un sonido clásico brutal, mucha distorsión que es lo que les hizo llegar a la cúspide. En cuanto a la escenografía, que es algo que los de Oslo cuidan bastante, los micrófonos de Attila llevaban una soga en la primera parte del concierto y huesos en la segunda, un cráneo le acompañó mientras cantaba “De Mysteriis Dom Sathanas”. Definitivamente fue un gran acierto elegir a mayhem para cerrar los escenarios de abajo del festival.
Para cerrar el festival la organización eligió a los españoles Dry River que tocaron en el castillo. Siento escribir estas palabras pero no pude verles, la vuelta a casa pesaba más y además pagaron los platos de todo el retraso que se fue acumulando a lo largo de la noche. Os debo una y seguro que os la devolveré.
Definitivamente como la organización nos dijo días después del festival, ROCK THE COAST ha venido para quedarse y nosotros lo celebramos, intentaremos seguir trabajando para dar toda la información a lo largo del año.
CRONICA: LUIS M. VALDIVIA
FOTOS: ROCK THE COAST FESTIVAL