Llegó el día que, después de no parar de tachar días en el calendario, muchísima gente esperaba. Como ya es tradición desde hace 6 años (contando con este), la localidad sevillana de Los Palacios y Villafranca se vestía de gala para recibir a grandes grupos y mucho público en el VI Palacio Metal Fest y ahí estábamos Lady Mamen y yo para ver cómo iba a desarrollarse este año. El día era perfecto: solecito que no pegaba mucho, muchísimas caras conocidas y otras que no tanto que venían a este evento por la fama que se está llevando año tras año (y con razón).
Después de los pertinentes almuerzos, llegaba la hora de la verdad con una puntualidad muy buena por parte de la organización para que todo se desarrollase dentro de los límites horarios que tenían. Los primeros en ir abriendo boca fueron los barceloneses Reaktion que se encuentran de tour con SDI por la península.
La verdad es que este quinteto de thrash tiene una pegada realmente gorda y así quisieron demostrarlo, aunque como suele ocurrir en este tipo de eventos, la saturación en el sonido exterior fue el único hándicap que se le podría achacar a su actuación. Desde el primer momento con A Piece of God Within y State of Hate, estos chavales demuestran que lo suyo es provocar que la gente se mate en los mosh y en los circle pit, aunque la hora de la siesta es muy mala para hacer esas cosas, ya que había un volumen aceptable de público a esa hora, pero no el que uno realmente espera que haya (soy de los que prefiere aprovechar estos eventos para ir desde el principio, no para ir a la mitad o ir solo para ver los grupos que me interesan).
Poco a poco al final se vieron alguna que otra leche en la zona del público, cosa que el grupo agradeció para seguir repartiendo su leña con temas como Prostituted City o The End of the War para seguir haciendo un repaso a su discografía. La energía que tienen desde luego saben cómo transmitirla a los que tengan enfrente, The Great Citizen o Learning to Die acercaban ya el final de su actuación que fue bastante acelerada no solo por su ritmo, sino por la presión de tener que ir a contrarreloj por tener que dar paso al resto de grupos.
La verdad es que Reaktion es un grupo que tiene un sonido thrasher realmente duro y basto que a los amantes de este género les puede encantar ya sea yendo a un directo suyo o escuchando su material.
Tras ellos llegaba el momento de ver a Dawn of Extinction desde la zona levantina para seguir caldeando el ambiente. Ya con una buena dosis de público, este cuarteto se dispuso a darlo todo y, esta vez, el sonido exterior sí que permitía escuchar de lujo al grupo.
Este grupo era uno de los que estaba en mi mira desde hace tiempo para ver en directo y lo cierto es que no podría haber sido en mejor momento. Ya solo con el salto al escenario desbordaban energía y pretendían comerse el escenario al completo de principio a fin, y así fue. Behind the Mirror y The Fall dieron el pistoletazo de salida y la gente que estaba aprovechando para tomar el sol (o lo que fuera) que no estaba atenta, no tardó mucho en acercarse de nuevo a la carpa del Parque de las Marismas.
Aquí ya sí que hubo leches a base de bien en la zona del público en casi la totalidad de su actuación. Aprovechando que al día siguiente era un gran día para poner el grito en el cielo por la gran lacra que supone la violencia de género, la misoginia y demás conductas machistas, la simbiosis que hicieron con el público con su tema Motherfucker hizo que todo temblase. Con ese sonido tan interesante en los cambios de tonalidad por parte de Cristian a la voz, hace que los cambios de ritmo que pega este grupo de vez en cuando te metan de lleno si realmente eres un fan de ese tipo de cosas. Pero ese día era para mantener a la gente bien despierta y activa, y así lo demostraban mientras seguían con Heresy o Decadence para finalmente acabar con Apocalypse.
La verdad que este concierto se me hizo bastante corto por lo bien que fluyó todo, la conexión que mantienen también con el público es digna de admirar y el sonido que tienen en directo es un zapatillazo bastante bueno para aquellas personas a las que les mole una fusión como es la del death metal melódico con metalcore que maneja este cuarteto.
Llegando ya más o menos al ecuador y le llegaba el turno a la dosis de heavy metal clásico, Evil Hunter pisaba el escenario. El cuarteto formado con miembros de mucho nivel que provienen de grupos como Warcry, Nova Era, Lords of Black y demás llegaba con ganas de montar una buena fiesta.
La presentación de su nuevo álbum homónimo hizo que se metiesen al público en el bolsillo con Surf the Waves y Evil Hunter desde el minuto uno. Damián tiene un registro de voz realmente envidiable por cómo maneja los cambios de tono a su antojo, junto con una base instrumental que animaba mucho a todos los que se acercaron a presenciar su concierto.
Aunque el sonido exterior volvía a estar algo saturado (cosa que hacía que no se pudiese disfrutar con plenitud su actuación), el grupo seguía con esas ganas de darlo todo. Lo que es algo que pocas veces se ve y que, por lo menos yo, se disfrutó una barbaridad fue un solo de batería de alrededor de unos dos minutos que lo puso todo patas arriba para continuar con Hold me Tight y By your Side. No solamente había tiempo para el solo de batería, la guitarra de Jose Rubio tuvo su momento de gloria también para que la gente no se desanimase cuando ya se acercaba el momento final de su concierto.
Tras terminar de hacer ese repaso a su primer trabajo de estudio con Open your Eyes, hubo momento para un clásico de entre los clásicos que hizo rugir la carpa del parque, Balls to the Wall fue la guinda del pastel para una gran actuación de este cuarteto.
Evil Hunter es un grupo que promete seguir poniendo el sonido del heavy/power español en un lugar muy alto, ya que estos músicos tienen un nivel altísimo y quieren hacerse notar en nuestro panorama.
En un primer momento, los siguientes en actuar eran SDI, pero por un percance que tuvieron de camino con el coche, se cambió el orden y fue el trío balear de thrash el que salía al escenario, los que forman ya parte de la familia de la organización, Trallery.
Ya con su apertura con Crystallizyng y Spiritless querían que la gente lo diese todo en la zona del público porque ellos no iban a ser menos. Pero no todo sería repasar trabajos anteriores, la presentación del Isolation iba a hacerse notar con temas como Eternal o Isolated. El único punto negativo que se puede reseñar de su show fue, casi al comienzo del concierto, cuando Humberto tuvo problemas con su bajo y tuvo que hacer unos ajustes de última hora (gracias a la ayuda del resto de grupos que estaban por allí) mientras que en el escenario Sebas y Biel tocaban riffs famosos como los de Walk por ejemplo hasta que Damián de Evil Hunter se subió con ellos dos para hacer una mini versión de Whole Lotta Love hasta que se solucionaron todos los problemas y Trallery pudo seguir con el bolo.
La gente, como cada vez que se dejan caer por Sevilla, lo daban todo con ellos y eso lo correspondieron con su actuación de gran peso, estos chicos tienen una maza para los oídos de los que les escuchen. Scavenger Crow o Evil Pride, o tocando temas de su primer trabajo como White Shadow, resonaban a base de bien por el torrente de voz que salía de la zona del público que lo estaba dando todo en los pogos que se estaban montando en el concierto de ellos.
Aún con tiempo para una más por los problemas de SDI, tuvieron tiempo para rematar con un Creeping Death que hizo temblar todo Los Palacios. La ovación que se llevaron fue merecida y lo agradecieron dando la mano a todos los que pudieron a las personas que estaban en las primeras filas.
Pese el pequeño contratiempo que les surgió durante su actuación, el tener que cambiar su orden de última hora y el resfriado de dos de tres de sus miembros, el trío mallorquín desata pasiones entre sus fans sevillanos. Si alguien no ha visto alguna vez a este grupo está tardando mucho en hacerlo, con el paso del tiempo se están convirtiendo en uno de los nuevos referentes del thrash nacional.
Conforme ya se hizo de noche, terminó el turno de lo nacional para dar paso a lo internacional y, esta vez sí que sí, llegó el turno de SDI que venían presentando por toda la península su último trabajo de estudio 80s Metal Band.
Se notó que el trío llegó un poco tarde porque tuvo que acortar un poco su actuación, pero desde luego si tenían ganas de dar caña de la buena. I Don’t Care y Panic in Wehrmacht ya provocaron los primeros moshpits que no pararían en todo su concierto. Desde luego ellos lo agradecieron un montón y querían que la fiesta no decayese, todo su concierto iba a ser un verdadero puñetazo en la cara.
La interacción de Reinhard hizo que se metiera al público en el bolsillo y con canciones como Alcohol o You’re Wrong la fiesta tenía el toque rápido que todo el mundo quería escuchar. El sonido que tenían era perfecto, no había nada que se les pudiera reprochar en su actuación. Ese pequeño corte de duración apenas hizo mella en una actuación de diez. El cierre con Megamosh fue un verdadero homenaje por parte de los asistentes al nombre de su canción, porque prácticamente no había nadie que no estuviese metida en el grandísimo circle pit que se montó.
Como siempre, una buena dosis de speed metal de los años 80, presentando nuevo material y en un lugar como en el que se celebró en el que adoran este tipo de cosas, fue un éxito rotundo la presencia de este trío que está de gira gracias a Hueso Management.
Tras la “hora de la cena”, llegó el momento de la oscuridad (y de las luces rojas), era el turno de que Sinister pisara el escenario con su death metal realmente brutal. Comenzando con la introducción del que fue su penúltimo trabajo de estudio (The Malicious) y continuar con Transylvania, el grupo haría un repaso a toda su discografía para el deleite de todos los amantes del metal extremo.
Aunque el sonido (al menos para mi gusto) estaba algo saturado para poder apreciar al 100% su actuación, pero de todas maneras el concierto apuntaba maneras. La gente si no estaba dejándose el cuello con el headbanging estaba metida en los pogos que no paraban desde que comenzaron a dar caña. Lo que sí, su actuación fue realmente rápida, los temas iban uno detrás de otro sin mucho tiempo de interacción con el público (supongo que por los problemas de ajuste de tiempo que hubo que hacer anteriormente). La rapidez del sonido instrumental con esa voz sacada de las mismísimas profundidades del infierno en temas como Neurophobic o Sadisctic Intent era un zapatazo acojonante. Con un set de una hora de duración, Apostles of the Weak y Carnage Ending fueron las encargadas en cerrar su show tras las pertinentes presentaciones.
Este grupo es una verdadera gozada para los amantes de la parte más dura y bruta del death metal, tienen presencia y brutalidad a raudales para los que no sean fans de las baladas ni de las canciones más ñoñas. Como siempre pasa con esta organización, un gran acierto el traer a este mítico grupo de 30 años de historia.
Era ya la media noche, el frío estaba ya cayendo en la localidad palaciega pero llegaba el momento que todo el mundo estaba esperando, el motivo por el que vino hasta gente de fuera Sevilla, e incluso de la propia comunidad andaluza. Era el turno del cierre de cartel con el cabeza de cartel, el concierto exclusivo en todo el 2020 que da este grupo: Dr. Living Dead iba a traer la fiesta gorda.
Dr. Ape y Dr. Dawn volvían para, encima, dar un show en el que tocarían canciones que nunca antes habían sonado en directo como ya avisaron por las redes sociales. Como era de esperar, iniciando el concierto con World War Nine y Slime From Above, la gente (que aún había muchos y muchas valientes que aguantaron hasta el final), para no enfriarse el personal, pues ya la gente empezó a darse de leches. Ese thrash/hardcore que tienen es una verdadera fiesta asegurada en directo.
La fusión con el público la consiguieron desde el principio, el sonido que tenían era envidiable y, salvo algún fallo que hubiese durante el concierto (que no hubo ninguno), esto tenía pinta de hacerse corto. Mientras seguían repasando su discografía con Radioactive Intervention, Chucky o My Brain is for Sale, también hubo momento para darles plátanos al público (Dr. Ape tenía que comer algo y que mejor manera de hacer gala a su apodo) y alguna que otra cerveza gratuita que voló hacia las primeras filas. Si no había gente bailando, había gente dándose de guantazos en los pogos o corriendo en círculos en los circle pits, este cuarteto motivaba a la gente a base de bien (aunque ayudaba para evitar la sensación de frío). El trío de temas elegidos para acabar no podría haberse elegido mejor: TeamxDeadx, UFO Attack y DRxLDx. Algo además admirable fue ver como bajaron hasta el foso para saludar a todas las personas que se encontraban en primera fila, incluso hasta levantando a hombros a un pequeñajo que disfrutó a base de bien de su concierto.
Dr. Living Dead es una auténtica fiesta hardcore que nos hace recordar la buena época de los 90 con grupos como Municipal Waste o Suicidal Tendencies (sobre todo si tenemos en cuenta la estética de las máscaras de calavera con bandana que llevan puestas durante sus actuaciones). Para los que estuvimos allí fue una auténtica gozada presenciar aquel conciertazo, ya no solo por la burrada que fue su actuación, sino por la magia de la exclusividad.
Después de toda la parrafada de lo que fue la actuación de los grupos, no podemos olvidar lo más importante: la organización de Palacio Metal Fest. Un año más, han conformado un cartel realmente envidiable con una localización perfecta para que familias enteras puedan ir a disfrutar de buena música en directo con precios populares para la comida y bebida y, sobre todo para los que no son de la misma localidad, buenas zonas de aparcamiento y rodeado de bares también para la previa del concierto. Además, siempre hay un ambiente realmente agradable donde, si no conoces a la gran mayoría de los asistentes (que suele ser habitual en sus eventos), no es difícil entablar buenas amistades por allí con una cerveza y buena música de fondo. Si esta organización sigue a este nivel, pueden ponerse en lo alto de los festivales de nuestro país.
CRÓNICA: GUILLE SÁNCHEZ
FOTOS: GUILE SÁNCHEZ