Este fin de semana ha tocado volver a Asturias, esta vez para asistir al Wolfest, que ha celebrado su cuarta edición durante los días 8 y 9 de diciembre. Me había perdido el resto de ediciones (muy a mi pesar) , así que tenía claro que este año iba a ser el definitivo. Hay que ver, con lo poco que me gusta volar, y paso más tiempo en el aeropuerto que en mi casa.
La edición de este año para mí ha sido especial, ya que tocaban varios grupos que me encantan, como Synesthesia, Payback, We existe even dead o Bellako. Ojo, que el resto también eran grupazos eh, que yo creo que no ha habido ni uno que no me gustara.
El festi ha estado organizado en dos días: el viernes 8 estaba más dedicado sobre todo al thrash y death metal, con excepción de los grupos El Altar Del Holocausto y Synesthesia, mientras que el sábado 9 se dedicó más al hardcore y metalcore.
Comenzamos en orden, por supuesto. Primero el viernes. Decir que la lluvia (y el frío) no dieron tregua en todo el fin de semana, pero ahí estábamos todos como campeones, con ganas de pasarlo bien. Las puertas de la sala Sir Laurens de Oviedo se abrieron un poco más tarde de lo anunciado, pero enfrente hay un par de bares, lo cual se agradece porque no dejaba de llover. Por fin llegó la hora.
Los primeros en tocar fueron Brutalfly, un trío de thrash metal procedentes de Oviedo, y que, a pesar de tocar ante menos público que el resto de bandas (era viernes, 6 y pico de la tarde, y con un tiempo de perros, había gente que aún no había llegado), lo pusieron todo en el escenario, y consiguieron caldear el ambiente y divertirnos a todos.
Continuamos con Soundcrush, banda asturiana, con sede en Nava, de groove/thrash metal. Deleitaron durante unos 40-45 minutos a un público ya más calentito a base de música y cervezas, y no fue para menos, ya que tanto sus temas como su sonido nos dejaron a muchos con ganas de más ( a mí incluida).
Tercer grupo: Sound of Silence. Grupo bastante conocido de todos, al menos de todos los que solemos escuchar música e ir a festivales. Si os soy sincera…los había escuchado en disco y era un grupo que no me gustaba demasiado, me recordaban un poco a The Black Daliah Murder que es una banda que nunca me ha terminado de encantar que digamos… Pero… tengo que decir que después de verlos por fin en directo, me retracto. En directo tienen un sonido increíble y una fuerza sobre el escenario que más de uno querría. Esta banda de death metal fue uno de los grupos que más me gustó de la jornada del viernes y, para mí, consagra a Nefta como uno de los mejores vocalistas del panorama musical patrio.
Y con este subidón, salimos a comer algo, lo que hizo que me perdiera parte del siguiente grupo, Phrymerial, aunque llegué para ver un par de temas. Además me dio la impresión de que no tocaron tanto tiempo… No sé, tal vez fuera cosa mía. Este grupo de deathcore de nombre ilegible al leerlo, fueron una grata sorpresa para mí el poco tiempo que los vi. Es cierto que este tipo de estilos no suele gustarme mucho, pero cuando hay calidad, hay que decirlo. Y ese sonido que yo escuché cuando entraba en la sala, me dejó con ganas de más. Y pensaba que quedaba más, pero no era así, así que tendré que esperar a la próxima vez para disfrutarlos como se merecen.
Los siguientes fueron los madrileños Thirteen Bled Promises, que con su death metal dejaron boquiabiertos a más de uno… (Sí, sí, literalmente, que tengo un amigo que estaba flipando con ellos). Tocaron a la hora perfecta para un concierto, a las 22 h, y con un público ya bastante caldeado y con ganas de más. Su sonido, junto a sus voces guturales y su puesta en escena, deleitaron a todos los que estaban allí, y muy posiblemente dejaron con ganas de más a algun@… Otros que habrá que volver a ver pronto… Que, por cierto, los tendremos en el Resu este año, ¡así que allí estaremos para apoyarlos y disfrutarlos!
Llegó el turno de El Altar Del Holocausto. Qué os voy a contar yo de este grupo, que me encanta y además los he visto ya varias veces en directo. Su post rock instrumental ya ha recorrido muchas zonas del país y he tenido ocasión de ir varias veces. Esta vez trajeron de nuevo su homilía a Oviedo (el año pasado ya los tuvimos en el Tsunami Xixón), y se metieron al público en el bolsillo desde el primer momento. Se notó que había mucha gente que había ido especialmente a verlos a ellos. Los salmantinos dieron un show de los suyos, con sus trajes de penitente, sus cánticos en forma de sampler y, sobre todo, su música, y de pronto te olvidas de que hace 10 minutos estabas viendo a un grupo de death metal burrísimo, y pasar a esto tan distinto. Sí, me encanta este grupo, aunque si hay algo “malo” que diría de ellos, es que muchos de sus temas son excesivamente parecidos entre ellos. Pero nos da igual. Porque queremos ir a misa. Por muchos años. Larga vida a El Altar del Holocausto.
A por los últimos grupos del festi. Llegaron los cabezas de cartel, Wormed, lo que la mayoría estaba esperando con ansia, y más después de haber tocado en el Resurrection fest del año pasado. La banda de death metal, cuyas letras se centran en la ciencia ficción, el espacio, y ciencias en general, fueron de los más aclamados del festival ese día. Lo de las letras lo digo porque lo he leído y me lo han dicho, porque lo de entender las letras con este grupo es algo imposible, oye, que igual alguien las entiende, pero yo desde luego no. Vuelvo a decir lo que dije antes, no me suele gustar el death metal, según grupos etc. Estos me parecieron muy buenos, tenían temazos y un sonido apabullante, pero la voz…a la gente le encantó, pero lo siento, no es lo mío. Aún así, creo que son un grupo a tener en cuenta, que llevan una buena y larga trayectoria y que ya están dando mucho que hablar. Igual los volvemos a ver dentro de poco en alguno de esos super festivales europeos, de hecho, ya han tocado hace años en algunos.
Y por fin, mis adorados Synesthesia. Tenían muchas cosas en contra: no habían probado sonido, no son excesivamente conocidos, tocaron los últimos, y detrás de Wormed que eran el cabeza de cartel de este año, con lo cual muchos de los asistentes se marcharon a casa. Este grupo asturiano de electrometal, con sede en la localidad de Arriondas, venían con todas las ganas del mundo, pero el sonido les jugó una mala pasada en algunos momentos. Ellos hacen un setlist completo, como si fuera un bloque, donde todos los temas se interconectan entre sí a través de un DJ, Aram, que es la base del grupo. Comienza el concierto. Mucha expectación, muchas ganas de verlos todo el público, incluso habían venido unos amigos de Basauri para verlos expresamente a ellos. Al principio bien, empezó a sonar la intro, todos expectantes, ganas de Synesthesia, pero cuando salió Alberto, el vocalista, casi no se le oía. Poco a poco se fueron arreglando estos problemas y comenzó a sonar un poco mejor, también dependiendo en qué parte de la sala te ubicaras. Durante casi todo el concierto, la parte electrónica no sonó todo lo alto que tenía que sonar. Os digo yo, que ya los he visto varias veces, que si llegan a sonar como el resto de veces que les he visto, se hubieran comido a más de un grupo de los que tocaron el viernes (sin querer desprestigiar a nadie, ehhh?). Poco a poco fueron arreglándose un poco los problemas, y a pesar de ello, consiguieron meterse en el bolsillo a un público que no sabía muy bien qué esperar de este concierto. No obstante, son un grupo bastante difícil de catalogar, hasta que los oyes y te enamoras, sea o no sea el estilo que sueles escuchar. Recomiendo encarecidamente a todo el que pueda volver a verlos que lo hagáis, esta vez sin problemas de sonido, para que podáis flipar un poquito más.
Y hasta aquí el viernes. Miles de gracias a los grupos por darlo todo y a la organización que hizo un gran trabajo y nos trató genial a todos. ¿Y el personal de la sala? Encantadores.
Si tengo que encontrar una pega, es el no haber tenido dinero suficiente para comprarme una camiseta de cada grupo. Pero todo se andará…
FOTOS
POR: MAMEN RODRÍGUEZ