Reseña de “Human Target” el nuevo disco de THY ART IS MURDER

Posted By: Luis De MiguelPosted date: julio 29, 2019in: DISCOS

Desde luego para los amantes del deathcore el pasado 26 de julio fue un día de lo más apoteósico: los brutales Thy Art Is Murder mostraban ya por fin el ansiado y esperado último trabajo de su colección del que ya recibimos alguna que otra pincelada antes de esto, Human Target.

La verdad es que siendo fan de este género y de este grupo es un tanto difícil hacer una crítica del disco en el que se pongan fallos, aunque es bien sabido que con este grupo aun así es bastante difícil. Para no cambiar sus costumbres, los australianos vienen para pegar zapatazos en la boca y en el oído con sus letras reivindicativas acompañadas por el vozarrón de “CJ” McMahon y de la pesadez característica del resto del grupo.

Entrando un poco más en materia, no tienen ningún problema desde luego de dar “collejas” a diestro y siniestro a todos los problemas que se dan en nuestro planeta a día de hoy. Ya desde el comienzo con Human Target, uno de los primeros singles que se conocieron, abriendo el disco ya uno se hace a la idea de lo que se va a encontrar en los demás temas viendo como en este se hace una gran crítica (como en ocasiones anteriores y en más canciones del disco como Death Squad Anthem) a los conflictos bélicos. Pero eso no queda ahí, ya que como en discos anteriores también hay un buen tirón de orejas a las religiones, concretamente a una nueva “religión” como es la de las redes sociales y el endiosamiento de los influencers y demás gente de ese mundillo en New Gods. Encontramos también sitio para la pederastia con el tema Voyeurs Into Death. Pero, por supuesto, no se podía dejar de lado tampoco el racismo, la homofobia y un enorme listado resumidos en un tema que, para pillarles tan lejos de distancia, ellos han acabado bastante hasta las narices (por no emplear una expresión más fuerte) del actual presidente de los EEUU Donald Trump, concretamente en Make America Hate Again.

La velocidad de los riffs de guitarras acompañados por esas ametralladoras que son a la hora de los ritmos base que son el bajo y la batería hacen que la adrenalina recorra el cuerpo como un veneno que uno quiere que le invada por completo. Si encima se le suman esos característicos breakdowns que incitan a que te entren ganas de no parar de mover tu cabeza hasta reventarte el cuello e incluso de meterte en un moshpit hasta la muerte.

Solo puedo decir como conclusión que este disco es perfecto para esos días de rabia con el mundo en general en los que tienes ganas de destruirlo todo, más todavía si eres fan de la canción protesta (aunque seas de los que dice que no se entera de nada con los guturales con “CJ” no ocurre ese problema al entendérsele con total claridad).

Setlist: