Muchos llevábamos esperando este disco como agua de mayo. Frank Carter vuelve con sus serpientes de cascabel con su nuevo trabajo de estudio End of suffering y su inconfundible punk rock mezclado con toques de hard rock.
Desde luego cuando escuchas de primeras el disco no te esperas en el primer tema esa dosis más macarra como puede pasar con trabajos anteriores, ya que su primer tema “Why a butterfly can’t love a spider”, un claro tema en el que se habla de por qué debe prestar tanta atención a las diferencias con alguien a raíz de la relación que tengan. Pero después nos llega la versión más clásica del grupo con “Tyrant lizard King”, que, además, tiene una guinda en ese pastel, porque cuentan con la colaboración de nada más y nada menos que del gran Tom Morello (que es fácil reconocer cuando entra en acción con su guitarra por el sonido característico de sus solos).
Con el disco podemos comprobar que se centra mucho en situaciones introspectivas relacionadas con el plano sentimental, ya que con “Heartbreaker” es una canción que podríamos catalogar como una epístola de despedida para una relación que ya no tiene futuro, aunque con “Crowbar” ya volvemos a ese sonido punk/hard rockero del grupo con una letra para hacer reflexionar sobre por qué entrar en discusión entre los seres humanos si todos venimos del mismo sitio.
Pero como decía con anterioridad, este disco se caracteriza mayormente por la introspección centrada en el ámbito sentimental (lo que puede indicar que el cantante de la formación no ha pasado una buena experiencia hace poco), que sigue como “Love Games”, lo que introduce al segundo single que lanzó el grupo, “Anxiety”, un tema que, al lanzarlo al mercado, fue claramente dedicado a las personas que padecen de ansiedad, depresión y demás problemas personales para poder ponerse en contacto con determinadas asociaciones que luchan contra estas enfermedades “invisibles”.
Llegando ya a la segunda mitad del disco, siguiendo con el sonido hard rock (que en este disco se ha quedado más con este disco que con el punk de sus inicios) encontramos “Angel Wings”, un tema en el que su letra se centra en esas “caídas profundas” que sufren de estos problemas comentados anteriormente en el mundo de las drogas y el alcohol, aunque todo cambia en el tema “Supervilliain” pero a medias por esos deslices que se suelen provocar cuando uno se hunde en ese pozo de desgracias; y que también va ligado con su siguiente tema “Latex dreams”
Llegamos ya al final con “Little devil”, haciendo alusión a esa persona responsable de causar ese sufrimiento que da título al disco y que se desarrolla durante todo el disco, cerrándose con el tema homónimo “End of suffering”.
Qué es lo que puedo decir de este disco a nivel personal, pues que este disco solo puede provocar dos tipos de sensaciones: o bien no te gusta el disco si eres de los puristas del grupo que siguen queriendo escuchar el sonido punk del grupo o bien puede gustarte mucho si te gusta la fusión de sonidos que llevan haciendo en este y su anterior disco.
ESCRITA POR: GUILLE SANCHEZ