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Cuando se habla de grupos de deathcore, hay un nombre que destaca por su enorme trayectoria con el paso del tiempo: Whitechapel. Los de Tenensse vuelve a la carga, después de The Valley, con Kin, bajo el sello de Metal Blade Records. Precisamente este disco es una continuación en el que se habla de las decisiones hipotéticas que tomaría un gemelo del cantante Phil Bozeman, el cual tendría el nombre del disco en cuestión.
Tomando de inicio I Will Find You, los seis músicos comienzan con un verdadero cañonazo de brutalidad, tanto a nivel instrumental como a nivel vocal con unos guturales que parecen salidos de las entrañas del infierno. Lo que puede sorprender a quienes escuchen el disco es que, una vez más, Phil vuelve a intercalar su registro más grave y duro con las voces melódicas (algo que ya en su día recibió críticas negativas por parte de muchos fans). Pero si quieren canciones que recuerden a la época clásica en la que abunden los guturales, Lost Boy y A Bloosoaked Symphony son las perfectas. Estas contienen un mensaje muy profundo relacionado con el pasado familiar de Phil que tan oscuro fue.
Lo que supone un verdadero giro en este disco son las canciones en las que, directamente, escuchamos a voces melódicas como principales con guturales a modo de coros en canciones como Anticure; o incluso con ausencia de ellas como en Orphan, que tienen unas líneas instrumentales más similares a metalcore o metal más alternativo para, precisamente, enfatizar la temática más íntima y sentimental.
Las combinaciones entre sonidos más duros y otros “más suaves” con History is Silent le dan un toque realmente interesante, aunque esto vuelva a generar controversia entre los seguidores del grupo, aunque no hay que olvidar que siguen manteniendo ese sonido de deathcore de sus primeros discos con The Ones That Made Us, que cuenta con un inicio de sampler que puede recordar a los inicios de alguna que otra canción de Sipknot. También llama la atención una breve canción instrumental, Without You, que sirve de introducción para Without Us. El broche final llega con Kin, que sigue con esa línea más tranquila que, sinceramente, deja un poco de sabor agridulce porque uno espera un cierre con mucha más fuerza que con la que cuenta.
Whitechapel sigue demostrando que son referentes en lo que al deathcore se refiere, llegando al punto de evolucionar y buscar sonidos nuevos que no tienen nada que ver con el estilo, precisamente esos más polémicos entre los fans, y que pueden encajar a la perfección, aunque luego vengan los comentarios de que ya no merecen pertenecer a ese género musical. Obviamente, tras volver a lanzar un disco en el que se producen dichos contrastes, tendrá alguna que otra opinión en contra. Honestamente, me parece una jugada arriesgada pero ganadora, ya que tampoco es conveniente que todo grupo se limite a hacer una y otra vez lo mismo y merece la pena probar cosas nuevas y evolucionar.
English
When we talk about deathcore bands, there is one name that stands out for its enormous trajectory over time: Whitechapel. The Tenensse band returns to the fray, after The Valley, with Kin, under the Metal Blade Records label. Precisely this album is a continuation in which they talk about the hypothetical decisions that a twin of singer Phil Bozeman would make, which would have the name of the album in question.
Starting with I Will Find You, the six musicians begin with a real blast of brutality, both instrumentally and vocally, with gutturals that seem to come out of the bowels of hell. What may surprise those who listen to the album is that, once again, Phil once again intersperses his deepest and hardest register with melodic vocals (something that already received negative criticism from many fans). But if you want songs reminiscent of the classic era with plenty of gutturals, Lost Boy and A Bloosoaked Symphony are perfect. These contain a very deep message related to Phil’s dark family past.
What is a real twist in this album are the songs in which, directly, we hear melodic vocals as main vocals with gutturals as backing vocals in songs like Anticure; or even with absence of them as in Orphan, which have instrumental lines more similar to metalcore or alternative metal to emphasize the more intimate and sentimental theme.
The combinations between harder sounds and other “softer” sounds with History is Silent give it a really interesting touch, although this again generates controversy among the band’s followers, although it should not be forgotten that they still maintain that deathcore sound of their first albums with The Ones That Made Us, which has a sampler beginning that may remind us of the beginnings of some Sipknot song or other. A brief instrumental song, Without You, which serves as an introduction to Without Us, also stands out. The final touch comes with Kin, which continues with that calmer line that, honestly, leaves a bit of bittersweet taste because one expects a closing with much more force than the one it has.
Whitechapel continues to prove that they are a reference in deathcore, reaching the point of evolving and looking for new sounds that have nothing to do with the style, precisely those more controversial among fans, and that can fit perfectly, although then come the comments that they no longer deserve to belong to that musical genre. Obviously, after re-releasing an album in which such contrasts occur, you will have some opinion against it. Honestly, it seems to me a risky but winning move, since it is not convenient for every band to do the same thing over and over again and it is worth trying new things and evolve.