El grupo leonés Curvus V, nacido en el 2017, presenta su nuevo álbum de estudio, titulado “Advenæ”, grabado y masterizado por Alfredo Arold (Arold Studios).
En este último disco de la banda podemos notar las influencias de grupos como Metallica, Pantera, FFDP, Godsmack, Avenged Sevenfold, Somas Cure, Hamlet o Aphonnic. A mi, personalmente, el sonido de sus guitarras me recuerda al grupo Three Days Grace.
Corvus V juega con el ritmo de nuestros corazones al escuchar sus canciones, tocándolos como si fuera su propia batería. Sumergirte en sus melodías es un paseo en barco un día de tormenta pero sabiendo que estás a salvo, disfrutándolo al máximo.
El acompañamiento general te crea una atmósfera tan oscura como esperanzadora, algo que parece totalmente imposible, pero que Corvus V consigue en canciones como “Shangri-La”, “Falsas heridas”, “Deriva”, entre otras. Y es que, aunque sus letras sean puñales para los corazones sensibles, sus acordes, sus melodías, te hacen sentir lleno de energía y capaz de todo.
Corvus V tiene el poder de transmitirte lo que quieran y de jugar con tu alma a su antojo al oír su disco “Advenæ”.
El disco nos abre los brazos con “Año V – El despertar”, con susurros, sonidos eléctricos que se mantienen… Entonces, aumenta la tensión hasta que entra la batería y la guitarra, seguida de la voz y lo que parece un organillo. Es una canción perfecta que te dice todo lo que viene detrás, al terminarla, si sigues escuchando.
“Shangri-La” empieza fuerte, invitándote al salto. Es inevitable que tus oídos se centren en la guitarra que acompaña toda la canción y acabe atrapándote. Notamos, también, la presencia de Diego Teksuo que decide acompañar al grupo en ésta canción.
El tercer tema es “No”, que comienza de otra manera, con un sonido sucio, como si la estuvieras escuchando a través de una radio vieja. Segundos después, rompe y te ofrece una letra con la que es muy fácil sentirse identificado y acabar haciendo tuya.
“Adrenalina” es la canción que debe triunfar en los conciertos, pues, en cuanto empieza, necesitas ponerte en pie y cantar desgarrándote la garganta.
Seguimos con “Mar de arena y sal”, que ofrece un cambio total en estilo que llevábamos hasta ahora en el disco. Una canción lenta, como si fuera una canción de tribu, perfecta para escuchar mientras decides viajar por tus rincones personales. Te da intimidad.
La sexta canción es “Vudú”, que vuelve al estilo original. De esta canción destacaría el solo de guitarra que, aunque sea breve, tiene muchísima fuerza y me transporta al rock americano de los años 80.
“Falsas Heridas” es, como ya dije antes, una canción con una letra que puede tocarnos muy dentro, pero que consigue, con la melodía, mantenernos a flote e, incluso, darnos fuerza para seguir con ganas hacia adelante.
“Súcubos” empieza con un estilo más suave, se me asemeja, quizá, a Héroes del silencio. Luego entra en los Riff que caracterizan a este grupo y le dan personalidad. En esta canción les acompaña Lidia Bao, dándole mucha intensidad al tema.
En “Deriva” nos muestran su lado más dulce, dejándonos una preciosa balada en la que vernos reflejados en muchos momentos de nuestra vida.
Alberto Medrano aparece en el décimo tema, “Soldados de papel”, volviendo a su estilo y jugando con los ritmos de manera que nos dejan sorprendidos con su imprevisibilidad.
“Oblivion” es uno de los temas que me recuerdan a Three Days Grace, en la forma de romper y en el sonido de las guitarras. Ésta canción se sale un poco del estilo general que siguen y, a ratos, pueden recordar a grupos más Hard-Rock suave.
Llegamos a la penúltima canción de éste álbum, “Desde las sombras”, que comienza con el agradable sonido de un vinilo que comienza. Se añaden unas voces con un órgano y continúa el sonido del vinilo. Entonces rompe la canción y tanto su ritmo como su Riff nos transporta, una vez más, a finales de los 80, principios de los 90.
Por último, “Andrómeda”, con la colaboración de Dago Rodríguez, envolviéndonos con sonidos galácticos, nos deja un muy buen sabor de boca y nos despide con un estilo muy diferente en el que combina rap con heavy metal.
Como conclusión, “Advenæ” nos muestra el estilo perenne del grupo, pero nos enseña, también, la capacidad de éste para moverse en distintos estilos e, incluso, hacerlos suyos.
Texto: Alba Macías Mezquita