El segundo trabajo de HEREJÍA es un complemento perfecto para su debut y su estirpe de banda de Heavy Metal clásico y contundente.
El corte elegido para su primer videoclip ha sido “Resurrección” puede que un poco el resumen perfecto del sonido actual de la banda. Es bruto, inmisericorde y con una buena creatividad que te sumerge en una letra profunda y mística. Las voces se pasean de tono a tono, jugando muy tranquilamente con unos graves que hacen una cama para que reviente en agudos cuando llega el momento.
La banda aprieta en todo el trabajo y se apoya en unos riff´s que son pura magia, esa tonalidad clásica de los 80´s pero extrapolada a este siglo que se mantiene viviendo de leyendas que no dejan de regresar y resucitar para opacar los trabajos de exponentes modernos. Es inevitable compararlos un poco con su disco debut, y en este caso salen bien parados, como conjunto, como personalidades que toman como estandarte un sonido parejo, apretado, magistralmente producido, para que resalte cada uno de los integrantes. Canciones que se mantienen en lo más alto de la intensidad de principio a fin como “Tu nombre” o “Soy como soy” son bases puntales de este trabajo donde no hay desproporción de nada, y la voz se mantiene como sobre las notas de la guitarra, jugando sobre los vaivenes que son una constante en todo el trabajo.
La balada del disco “Ahora yo”, mejor dicho, la “Power Balad ” ya que no se afloja la violencia en ningún momento, se compone de muchos elementos reconocibles y bien ejecutados, Herejía ha logrado en estos años de trabajo, conocerse y encontrar un camino para recorrer, si bien hay preconceptos que siguen estando como parte de la estirpe nacional de un estilo revisitado continuamente y por grandes bandas, interpretan desde la cercanía del alma una poética que es bien acompañada por instrumentos orquestados para que la fuerza no se pierda.
Revientan del todo los equipos de audio con premeditación, hay pequeños tramos que resaltan sobre otros y, en este estilo, no se extraña un teclado al frente o haciendo de coros. Son simplemente una banda de rock bien plantada y con una precisión que te envuelve y te da muchas ganas de verlos en directo.
Libre es de una actitud completamente cruda, donde hay cierta distorsión y odio bien conjugados con las melodías y, tal vez, la mejor interpretación de la voz. Unos agudos intensos, que se mantienen y te vuelven a dar ganas de salir enarbolando una bandera. Remarco, como siempre hago, que las letras estén en español es más complicado, porque la banda se entrega por completo a la gente. No hay medias tintas, los estás escuchando, y los estás entendiendo. Por muy bien que toquen la guitarra, si lo que están contando es una chorrada, quedan en precaria evidencia. NO es este el caso. Las letras son himnos de lucha, superación y rebeldía. “El viaje más largo (Itaca)” se pone absolutamente Heavy y termina de arrasar con una teatralidad que te persigue y te hace cabalgar con ellos en un bajo que no pierde el ritmo en ningún momento. Todo muy épico y acorde al cierre de un disco que finaliza con “Te quiere atrapar” y es una ola de ritmos bien acompasados que huelen a despedida en un concierto, presentando a la banda y con un juego de luces definido para dar más juego todavía a la música y el movimiento de cabeza.
El disco de HEREJÍA, “La quinta herejía” es, más bien, una obra de teatro, una película, con arreglos bien marcados, y la simpleza que tanto se añora de, apenas, los músicos ejecutando su trabajo, dando versatilidad para emocionar a los que aman este género que, por mucha post-producción le pongan, no deja de ser en esencia lo que lleven dentro grupos como Herejía.
POR: SEBAS ABDALA