Llegó el final a la larga espera de nuestros oídos, el tercer álbum de El Altar del Holocausto vio la luz, para nuestro deleite, el pasado 22 de febrero del año que corre. Una espera que duraba ya cuatro años, desde que la banda publicara en 2015 She, su segundo álbum de estudio tras el espectacular debut con He. Y es que el EP introductorio que vio la luz en 2016, de solo dos canciones, con el mismo título que da nombre a la banda, se hacía corto y servía de aperitivo a lo que sería un plato de alta calidad, pero que los protagonistas han estimado conveniente dejar a los comensales con suficiente hambre para devorar tan deliciosa pieza musical, tres años después.
Así es como llega IT, este nuevo LP compuesto por el mismo número de temas que sus predecesores, 6. A nuestra imaginación queda las especulaciones de los posibles motivos que han llevado a la banda a publicar los tres álbumes hasta la fecha con 6 canciones: 666, curioso, ¿verdad? Y es que ya sabemos que todo lo que rodea a la banda tiene carácter religioso, haciéndolo de manera sobresaliente. Pero indiscutiblemente, lo que mejor saben hacer es música, la asignatura más importante y donde obtienen la matrícula de honor que hace que San Pedro esté emocionado en las puertas del cielo, esperando que lleguen de nuevo esas melodías envolventes desde Throne Récords, Madrid, Salamanca o donde se propicie este espectáculo. IT nos sorprende con una portada digna de admiración, mostrando el extremo dolor de una madre, recogiendo y abrazando el cadáver de su hijo, al que acaban de matar crucificado, y otras dos mujeres que velan la escena con la misma tristeza. Lágrimas a borbotones y cuenca de los ojos negros, como si no quisieran ver la verdad, el Santo Calvario y Piedad. Una imagen desgarradora, llena de crudeza y energía, al igual que el disco.
Y hablando de lleno de este IT, de la majestuosa portada, también es reseñable los larguísimos títulos de las canciones, que, más que títulos, hacen referencia a algún apartado bíblico, como mandamientos o sentencias como extraídas de la palabra sagrada, con significado y contenido concreto que predicaba el Mesías, hasta cerrar el disco con una canción inmensa que narra en su título el momento de burla que sufre Jesús de Nazaret: ¡Salve, Rey de los Judíos! Los temas, llenos de garra y energía como decimos, componen un LP que continúa la particularidad de la banda de hacerlo corto en su conjunto, pero con temas de larga duración. En cuanto a clips, contamos con el capítulo II: Love your enemies (…), un videoclip que se puede disfrutar en YouTube, merece la pena su visionado.
https://www.facebook.com/ElAltarDelHolocaus/videos/256659591940790/?t=9
El doom que practican estos genios roza niveles de perfección, riffs y melodías que te transportan a Jerusalén, a otras épocas y otros lugares. Mantienen una armonía milimétrica y cada instrumento tiene su momento de protagonismo en cada pieza. Al ser tan largas, da tiempo a explorar diferentes ambientaciones, encontrando ritmos y melodías totalmente distintas dentro de una misma canción. Son capaces de mostrarnos, si tiramos de imaginación, con música diferentes momentos bíblicos, una auténtica delicia con unos buenos cascos de diadema. La ausencia de vocalista, pieza habitualmente clave y angular en los grupos de música, no ha supuesto en absoluto un hándicap en esta emergente banda, que ya confirman su consagración, y palia con brillo esta característica ante un público acostumbrado a un frontman vocalista y que habitualmente se muestra reticente a la música instrumental. Además, en directo es un auténtico cañonazo que pone en jaque la integridad de los cuellos de los asistentes. Toda una experiencia que los amantes de la buena música no debieran perderse, así que, busca la homilía (como ellos mismos llaman a sus conciertos) más cercana de tu casa, y hazte ese favor: ve a esta particular misa, cuando el sol se ponga.
POR: ADRIAN MADUEÑO ALARCON