Ya llegamos a primero de Septiembre y parece que las máquinas de la industria vuelven a soltar vapor. El verano se marcha, pero los cantos de sirena siempre nos acompañarán, y más los ecos de un año que parece no querer terminar por completo, ¡ay dios mio! creo que necesitamos una cerveza… Y hablando de Cerveza, Lèpoka, banda con denominación de origen, cuyo nacimiento parte de Valencia (Castellón de la Plana) y desde hace 6 años nos deleitan con un aire Galaico piratesco de monjes danzarines y beodos; y por añadido, hoy 4 de Septiembre, lanzan su último trabajo titulado El Baile de los Caídos donde parecen volver con una mayor energía. Pasemos al fondo del vaso:
Este disco, desde la perspectiva de una persona que ha renegado del sonido Heavy Clásico nacional, da un paso al frente y mejora de forma sustancial su producción musical; y creanme cuando les digo que si, la metodología y el sonido autóctono no son deleznables, y posiblemente haya bandas de toda índole en esta escena, más el tiempo pasa, los años pesan, y el polvo se acumula sobre las estanterías. No es malo en sí, pero Lèpoka desde sus primeros trabajos trata de atajar el sonido Folk y heavy desde los aires de la modernidad, tanto en sus letras como en su sonido.
Contra Viento y Marea, el Tópic de este álbum sin duda y con la colaboración de Luis Posada, conocido actor de doblaje que da voz castellana al icónico Jack Sparrow. Y seguido de El baile de los Caídos, marcan el punto de inflexión sonora de este álbum, en su atmósfera, en la sensación del sonido subyace la idea de un sentimiento puro de aventura y fiesta al más estilo tabernero y rufián. Podemos decir que este álbum mantiene el ritmo, la diversidad del sonido y la sensación de aventura de manera constante sin que ello fatigue el propio ritmo y orden de la obra.
Por otro lado, desde un enfoque más instrumental; podemos hablar de La Huella del Dragón, siendo este un tema que añade motivos orientales muy juguetones y que saben empaparse de sus composiciones adyacentes. Se han vuelto más pulidos en su composición, donde Eternia y Pandemonium son testigos primordiales de ello pues, su Late motiv desentona de este ambiente fiestero y divaga sobre la codicia y las emociones humanas que nos frenan o empujan, de las pulsaciones del ser; y por añadido, el uso de la diversidad instrumental de la banda se intensifica incluso más, pretendiendo el primero funcionar como una balada y el segundo como el golpe que remata y rompe la calma del anterior tema.
En conclusión, Lèpoka nos ha dado un trabajo sano, divertido y que sin duda, son canciones que se instalan en el fondo del cráneo, convirtiéndose en esa musiquilla que repites de forma automática cuando vas caminando. Que buen arranque de mes, espero que la banda sepa enfocar la situación y que cuando vuelvan a abrir escenarios, nos inunden de litros de cerveza y gamberreo.
Un saludo, y nos vemos camaradas!
Por: Juanca Rosauro