La llegada del 2021 no ha traído consigo la tranquilidad y la pérdida de incertidumbre que esperábamos en estos tiempos extraños y revueltos, pero tampoco ha cesado la llegada a nuestros oídos de material fresco de punk rock. Así podemos ver el aterrizaje a principios de año del nuevo disco, el quinto ya, de la banda de Costa Rica Endemia, que vuelven a soltar temas cargados de mensajes sociales y energía, más si cabe en los tiempos que corren, donde la concienciación y sensibilización global son más necesarios que nunca. Con la llegada de este nuevo LP, Algo de Rock hemos querido estar ahí para dedicar unas líneas a este trabajo, como no podía ser de otra manera.
El 1 de febrero del año que corre veía la luz SOMA, uno años más de la mano de Maldito Récords, un LP no demasiado extenso, con la duración adecuada para escucharlo mientras damos un paseo. Se abre el telón con un tema alegre y enérgico en cuanto a lo musical. Líricamente la predominancia temática es la decadencia social, en un ejercicio reflexivo de entender las grandes diferencias que hemos creado en la Tierra, ese espacio que hay Entre el cielo y el infierno. En los canales oficiales podemos disfrutar del videoclip del single, dirigido y editado por Carlos Cerdas, en el que se aprecia esa energía a la que hacíamos referencia, el posado de los integrantes de la banda en lo que parece una choza abandonada en el monte junto a las vías de un tren; un entorno que invita a la reflexión, acorde con el mensaje que se pretende dar.
Continuamos con la melancolía que nos trae Tiempo fuera, un tema rockero de los que te hace daño si empatizas, que toca la fibra, con un estribillo creado para cantarlo de manera colectiva, bañado en nostalgia y sentimiento. Y es que al final la vida es solo pasajera. Riffs agradables de guitarras y redobles de batería acompañan a la perfección la pieza. A continuación, subimos los decibelios con una canción en la que el protagonismo lo tienen las Melodías de resistencia. Una letra descarnada predominantemente pesimista ante los golpes y el dolor, ante el fracaso, el peso del pasado y la necesidad asociada de resistir. Estas melodías dan paso a Ella, una canción musicalmente interesante, con tintes celtas y folclóricos hasta el ecuador de la pieza, para después dar rienda suelta al punk más agresivo. Una letra que probablemente sea la más reivindicativa del disco. Un canto por la dignidad y la paz en Latinoamérica, por volver a despertar esa voz que quisieron silenciar, darle vida, visualización, justicia y altavoz.
Momento para la primera colaboración del álbum, concretamente de Julio Maloa, Sen-K y Nativa, en una canción llena de emociones, de sentimientos. Personalmente me parece la pieza más bonita de todo el larga duración. Un peregrinaje, un no mirar atrás, un recuerdo del hogar mientras se camina por el Campo Traviesa. Continuamos corriendo, a un poquito más de velocidad en Mañana volveré, una canción más rápida en la que quizá los de Costa Rica echan la vista atrás y, enlazando con el mensaje de campo traviesa, pretenden enmendar errores y regresar a los orígenes y a aquellos sitios que consideran hogar.
Pesadillas es otra de las colaboraciones que podemos encontrar en SOMA, probablemente la más destacada, con nada más y nada menos que las voces de Desakato, Pablo y Pepo, en un tema de rock potente que va subiendo sus decibelios y su energía paulatinamente hasta el éxtasis final. Y con sonidos de ukelele y ritmos latinos brilla la penúltima Estrella, la penúltima copla, o copa, de este LP, con aires de final de la función después de todo lo contado, lo vivido durante el camino de SOMA. Y para cerrar, una última colaboración, en este caso de parte de Luciano Scaglione y Attaque 77. Una canción de nuevo potente, descargando los mejores recursos rockeros y dejando la piel en la grabación, al servicio de un cierre digno de un disco de punk rock, por todo lo alto, a pesar de que parezca que Lloverá…
Texto: Adrián Madueño Alarcón