En Algo de Rock hemos tenido el placer de poder escribir unas líneas sobre los primeros pasos de la jovencísima banda Experimento MilgraM, a propósito del lanzamiento de su primer LP, que ve la luz en este enero del presente año de la mano de A Tope Producciones, tras casi un lustro de trabajo a fuego lento para ofrecernos una propuesta musical muy original y personal. Una banda sin complejos, valiente y con un sonido propio muy pulido. Vamos a hablar ya de lo que ha sido el lanzamiento de “Que se calle el silencio”
Con ese interesante título muestran su carta de presentación de su trabajo, en el que encontramos diez cortes formados por la compilación de sus singles ya lanzados con anterioridad y otras dos canciones completamente inéditas. Abre el álbum Rumbo al sol, una canción que despega como un cohete rítmico directo a la estrella que nos alumbra, con melodías electrónicas que acompañan la voz hipnótica, que nos hacen viajar por un oasis astral y psicodélico. Un tema completo y disfrutable en todas sus facetas. No obstante, sentimientos como la nostalgia, y elementos negativos como la mentira están presentes en la letra, que nos trata de contar una historia frustrada, algo que finalmente no fue. Con el revisionado del videoclip podemos ver ese cohete que va hacia el Sol, y fotografías que dejan entrever la nostalgia, pero la interpretación la veo más clara hacia una crítica feroz de los errores y atrocidades cometidos por la humanidad.
Imagino a un cohete que estalló cuando viajaba rumbo al sol, y que sus integrantes quedaron flotantes en el espacio, que es de donde se escribe Restos de ti, aunque quizá allí la cobertura no es del todo buena para buscar en Facebook o Instagram. En cuanto a lo musical, en este corte encontramos un rock más directo y duro.
Y cuando Nadie lo esperaba, nos encontramos con una canción que rebaja el ritmo para poner énfasis en las emociones. Las guitarras toman aquí protagonismo con unas melodías que se clavan dentro. Además, podemos disfrutar de un magnífico videoclip en el que se nos muestra una historia de un muchacho que vive de manera rutinaria y vacía una vida que carece de sentido, en la que envejece haciendo diariamente lo mismo. La historia, no tengo claro si se trata de un sueño del chico o una alucinación, la libre interpretación reina. Además, se anuncia que la historia continuará.
Y justo en este momento se suicidó el reloj, para que se detenga el tiempo ante el sonido de un tema de esos de los grandes. Melodías que se te meten en la cabeza, riffs de guitarras que te mueven el cuello y el torso, letra abrazada a la soledad y a la bohemia de una fría noche, “aunque saliera el Sol, cerré las persianas”. No dejamos de recomendar también el hipnótico vídeo que acompaña a la canción en YouTube.
Y ahora Quiero bailar, así que la siguiente canción tiene un ritmo que te levanta de la silla y te hace mover las caderas, como no podía ser de otra forma; con un videoclip en el que diversos protagonistas parecen querer salir de sus bucles y darlo todo en el pegadizo estribillo. Todos queremos bailar y soñar despiertos. Y así es como acabamos, finalmente, todos.
Cuando murieron los besos es justamente cuando ganó el dolor, el fracaso y el miedo. Eso es lo que podemos apreciar en el gran videoclip de otra muy buena canción crítica, con letra ácida que arremete con fuerza ante nuestras conductas más deleznables. La instrumentación acompaña con energía a la misma.
El siguiente track es una canción satírica que describe a la perfección al clásico “cuñado de barra de bar”, ese tonto que hay en todos lados, que siempre lleva razón, aunque tenga que hablar más alto ante la amenaza de un argumento convincente, que no reflexiona y que se queda como verdad absoluta con lo primero que escucha. En fin, tonto el último. La electrónica presente en las estrofas es adictiva. Por supuesto contamos con un divertidísimo videoclip en el que vemos al “tonto” muy metido en su papel, se trata del personaje Paco de la webserie “Cosas del Barrio”, interpretado por el actor Víctor Varas.
Queriendo a nadie es el título de la siguiente canción, que cuenta con una gran delicadeza creativa, un contra ritmo de batería interesante de escuchar y guitarras con más distorsión. Otra letra profunda y llena de sentimientos y sensaciones. Una canción con diversos pasajes que huye de la composición sencilla y experimenta diferentes sonidos y matices.
Llegados a la recta final encontramos hazme una señal y no soy como tú. Canción la primera de nuevo con grandes dosis de sensibilidad y, la segunda con nuevo chute de energía para acabar con rabia y en lo alto un disco que consideramos redondo, equilibrado y que esperamos de corazón que dé muchas alegrías a estos chicos que comienzan su prometedora carrera en este difícil mundo de la música. El talento y la personalidad le acompañan y atesoran. Esperemos que el respetable, con una pequeña dosis de fortuna, haga el resto. Que se calle el silencio, que es la hora de que estos locos hagan ruido.
Texto: Adrián Madueño Alarcón