Nuclear Blast lo define como un disco “fresco, furioso y hambriento. Más grande que la carrera del grupo que ya abarca 22 años”. Pues estoy de acuerdo. Aunque lo de “fresco” puede confundir o preocupar a los fans, yo ese adjetivo se lo atribuiría sólo a un par de canciones que luego comentaré, pero sin salirse del género. Así pues lo que nos encontramos en este Metal Commando es auténtico Power/Heavy Metal a piñón, potente y melódico a la vez.
Su líder, productor y bajista Matt Sinner ha conseguido formar un GRUPAZO. Ralf Scheepers está que se sale, además de los tres magníficos guitarristas como son Tom Naumann, Alex Beyrodt y Magnus Karlsson, y el último fichaje, un batería que me encanta como es Michael Enré (Gamma Ray).
Iniciamos la escucha con “I Am Alive”. No se me ocurre mejor título para empezar que “Estoy Vivo”. Los Primal de siempre, volviendo a sus inicios. Base rítmica power característica, duelos de guitarras entre groove y melódicos, y Mr. Scheepers en plena forma.
“Along Came The Devil” empieza con un medio tiempo que progresivamente se va convirtiendo en un tema más heavy. Destacable la parte melódica y el solo de guitarra.
En “Halo” ya se nota en primer plano la batería. Ritmo galopante clásico del Power Metal alemán. Tema con mucho gancho como la mayoría del disco.
“Hear Me Calling” es un medio tiempo que alterna momentos tranquilos con la potencia característica a la que ya nos tienen acostumbrados estos alemanes y que nos lleva a un estribillo pegadizo.
Seguimos con “The Lost & The Forgotten” que empieza con un ritmo machacón de bajo y batería para luego encaminar el tema con la potente voz de Ralf seguido de esas guitarras melódicas, incluyendo el solo que crean adicción.
“My Name Is Fear” me recuerda a sus primeros discos como son el Jaws of Death o el Nuclear Fire. Doble bombo y guitarras rítmicas que se van doblegando a lo largo de todo el tema.
“I Will Be Gone” para mí es la balada atípica en Primal Fear. Por colocarla a mitad de disco y por ser acústica. Acompañada brevemente por unos violonchelos que le dan un aire sinfónico. Y en la que la voz de Ralf Scheepers se luce de principio a fin.
“Raise Your Fists” comienza con unos riffs que me recuerdan a los Judas Priest, históricamente se les ha comparado bastante diría yo, pero luego aparecen en escena esa batalla de guitarras y esa base rítmica que determinan que son los Primal Fear. Tema propicio para el directo.
“Howl Of The Banshee” otro tema muy Judas… Pero más melódico, si cabe, con un estribillo que engancha, y mostrando una complicidad entre bajo, batería y guitarras perfectas.
“Afterlife” sigue en la línea matadora de riffs y velocidad de doble bombo. Impecables agudos y graves de Ralf Scheepers, y de los mejores solos de guitarra del disco.
Llegamos al final con “Infinity” un tema de los denominados “frescos” que para mi es novedoso por la duración de 13 minutos y la estructura de la canción, muy parecida a lo que hacen Avantasia. Pausado, orquestal, con cambios de ritmo, y con un gran trabajo vocal de Ralf Scheepers, como en todo el disco. Está compuesto en su mayoría por Magnus Karlsson (Freefall, The Ferrymen), un guitarrista que le ha aportado ese frescor al grupo y que encaja perfectamente con el resto.
Y quien se haya quedado con ganas de más, pues está la versión digipack que cuenta con un segundo cd que contiene 4 temas siguiendo la línea del primer cd. “Rising Fear” a modo de intro con guitarra acústica para luego enganchar con “Leave Me Alone” que podría estar perfectamente en la versión standard. Tema pegadizo con riffs melódicos y contando con la aparición en los coros de Matt Sinner. “Second to None” es el clásico medio tiempo contundente y melódico para que una vez más se luzca Ralf Scheepers y “Crucify Me” comienza con unos redobles de batería para continuar con un impresionante agudo que se marca el bueno de Ralf, le siguen unos punteos groove y de nuevo esas guitarras melódicas. Terminan como empiezan con mucho gancho y te invitan a volver a escucharlos una y mil veces.
Conclusión: Me atreveré a decir que Metal Commando es el mejor disco hasta la fecha de Primal Fear y un buen resumen de toda su carrera. Si tuviera que poner un pero sería por lo sencilla que me resulta la portada. Nada más.
POR: JUANMA CISNEROS