El pasado viernes 8 de febrero tuvo lugar una fiesta del post rock metal en pleno centro de Málaga. Es importante mencionar la sala y el contexto del concierto. En Theatro Club, que este año parece tener más actividad que nunca y que tiene una agenda musical alternativa más que interesante, orquestada por Goetia Sessions y La Mano, que proponen en este espacio ese encuentro con la música urbana emergente, que, sin estas iniciativas y proyectos, sería difícil disfrutar en esta ciudad. Chapó. Este concierto, que se embarca a propósito del segundo aniversario de The Chapel Radio, daba continuidad a este proyecto, de concierto por mes.
Llegaban a la ciudad de Málaga una banda que con tan solo dos discos demostraron que están en un estado de forma brutal. Desde Barcelona, tras una burrada de kilómetros por tierra, Viven presentaban Las Tripas y el Lodo para el goce de selecto público asistente, público entregado y exquisito que valora la movida alternativa y emergente. Con tintes de stoner y folk, el directo ofrecía descargas enérgicas que recordaban al post grunge noventero, fuerte y contundente. Consigna clara: a flipar. La noche prometía y poco a poco fue llenándose la Theatro Club de lo que parecían palomas comiendo pan en un parque, solo se veían cuellos en continuo movimiento hacia delante y hacia atrás. Pura energía y a sudar, concierto del 15, gran sabor de boca, y seguro que se tomó nota para próximas actuaciones de los catalanes en la Costa del Sol.
Tras finalizar semejante descarga sónica, había que dar un descanso para asimilar lo vivido y se preparase el segundo y último plato de la noche, los sevillanos Catorce, otra banda que vive en estado de gracia. Tras quince minutos, estos talentosos chavales se dispusieron desde el primer tema a hacer botar a la peña sin descanso. Poco se notó que el batería es un recién llegado, da gusto verle reventar las baquetas. Presentando su inminente tercer disco de larga duración, Arcadia, un disco que mantiene la línea personal e identitaria de Catorce, pero que ofrece un sonido más depurado, nuevas formas de transmitir y un sello muy personal en cada canción, que guarda armonía y continuidad precisa. Eso sí, en directo, gana una contundencia tremenda, resulta mucho más demoledor, por lo que son experiencias distintas escucharlos en directo y en disco de estudio. Probablemente sea lo que se pretenda, o solo una apreciación personal. En cualquier caso, estos muchachos hacen post rock metal que los distingue del resto y están dando pasos de gigantes, codeándose en carteles privilegiados, esos donde se vislumbran las vacas sagradas internacionales del género. Concierto familiar y precioso, la timidez que claramente se nota que tienen, a la hora de interactuar con su público, la contrarrestan con creces cuando empiezan a tocar.
Es una buena noticia, como decimos, que una sala del centro recoja la movida alternativa, como ya lo hiciera la Velvet Club, antes de su traslado. Si no cuidamos de esto, lo perdemos… Por eso me dio tanta alegría el lleno de la Theatro, porque aún hay esperanza y gente que sigue con ganas de rock, de la escena alternativa, y ahí, en una acogedora sala en pleno centro de Málaga, tuvo lugar durante algo más de dos horas una explosión de decibelios y júbilo, que muchas personas no podían llegar a imaginar. Y eso, queridos amigos, no podemos perderlo.
CRONICA: Adrián Madueño
FOTOS: Adrián Madueño