Sábado. Ducha, desayuno y a la calle. Cuando voy a un festival, no hay tiempo que perder.
Primera parada: una cerveza en Señor Lúpulo (me encanta ese sitio). Había quedado con una amiga de Gijón, que necesito verla cada vez que voy a Asturias. Pues eso, cervecita, un ratito de charla, y a continuación a la plaza mayor a ver los conciertos. Hoy: Agoraphobia y Peralta, desde las 13:00.
Otra vez tuvimos día caluroso y soleado, de los que a mí me gustan, así que mientras que me tomaba una cervecita en una terraza escuchando a Agoraphobia ( muy buenas estas chicas) y esperando al resto de amigos, saco el móvil, abro facebook y…¡noticia de última hora en la página de Tsunami! Cambio de horarios. Por un problema en el vuelo de No Fun At All (que luego os contaré porque tuve ocasión de hablar con ellos después del concierto), éstos, que iban a tocar a las 18.05 en el escenario principal, eran cambiados por El altar Del Holocausto que iban a tocar a las 20.35 en el escenario Jagermeister. Oye, para mí genial el cambio, siempre me gustan más los escenarios pequeños.
Llegan el resto de amigos, un par de cervecitas más, disfrutando de la ciudad (maravillosa Gijón) y de la música, y a comer: pulpo y croquetas de calamar en su tinta (ñammmm). Y al festival que esto promete, y es lo que importa.
El primer grupo en tocar fueron los ingleses False Heads. Con su punk rock deleitaron a los asistentes que llegaron temprano a la Laboral, que por cierto, ya eran bastantes. Se veía que había ganas de música.
Voy a hacer aquí una paradita para hablaros del ambiente. A ver cómo lo explico… la mitad de la gente eran de los que llevamos 20 años escuchando hardcore y punk rock, con camisetas de grupos míticos, y haciendo el loco en algunos conciertos. La otra mitad eran tíos con camisas hawaianas que parecían el de Pantomima full y chicas rollo instagram monísimas de la muerte. Este segundo tipo parecía más bien que iban a Coachella o al Mad Cool (el Coachella español). Una vez hecho este inciso ( no es por meterme con nadie, es que me hacía gracia la diferencia entre los dos tipos), y comentaros también el buen rollo que hubo con todo el mundo durante todo el festival, sigo con los conciertos.
El siguiente grupo que vi fue El Altar Del Holocausto. Cada vez que los he visto en directo me han encantado. Estos “penitentes” de Salamanca y su post rock son increíbles, pero se lleva una gran parte su puesta en escena. Además en ese entorno, en el que mirabas hacia arriba y veías estatuas de santos y cosas nazis, te metías aún más en el concierto. Maravillosos como siempre, pero no lo vi entero porque había que ir al escenario “pequeño” a ver al siguiente grupo.
Side Chick: 2 chicas, y un chico a la batería. Estoy segura de que poca gente se fijó en el chico. Estas tías, tan jovencitas, tan enérgicas, tan estilosas, con tantas ganas, y esa vocalista, tan bonita, que parecía que acababa de salir de un episodio de Glow, con esa voz que a mí me conquistó, y esos aires punk… ¡Merecieron muchísimo la pena!! Cuestión de gustos, a nosotros nos encantaron, y su discurso anti Trump (es medio mexicana) también.
Los siguientes en tocar eran La M.O.D.A. : 1) no me interesaban mucho, 2) Teníamos que coger sitio para No fun at all… Y no me arrepentí.
A No Fun At All los vi este mismo año en Sevilla. Habría unas 40 personas en total en la sala. Igualito que aquí. Ni un hueco libre. ¿Lo que os decía antes de la peña old school con sus camisetas de grupos y haciendo crowdsurfing? Pues estaban todos ahí en la primera fila. Y nosotros también. Salieron a tocar con los instrumentos de Sugus. A ver, no me entendáis mal, los instrumentos del grupo Sugus que se los habían prestado, no que fueran de caramelo. La compañía aérea, según me contó luego Steffan, el bajista, les había “perdido” todo el equipaje, incluidos instrumentos. No exactamente perdidos, los habían enviado al lugar al que viajaban al día siguiente a tocar. Bueno, que me enrollo. ¡Qué directazo! ¡Qué setlist! (os incluyo foto, que me lo traje). ¡Y qué manera de volar la gente! Los de seguridad no daban abasto… Y como yo tengo muy buenos amigos que saben lo que me gusta, yo fui una de las que volaron jaja, venga, adjunto foto también. Qué bien nos lo pasamos todos. Sin duda, fue el mejor concierto de todo el festival.
Tras ellos, corriendo al otro escenario a ver a Berri Txarrak. Seguían con su gira de despedida, así que a verles otra vez. Aunque después del subidón de No Fun At All, no me lograba concentrar en este concierto, yo seguía volando con mi mente. Aunque Berri siempre son una apuesta ganadora, y a esa hora, ya anocheciendo, apetecían y mucho. Y una cerveza fresquita, también.
A Sugus los vi de lejos, Sugus siempre molan, pero había tanta gente y llevaba ya varios conciertos en primera fila, que a estos los vi sentada y un poquito más lejos, de relax, al lado de la barra, etc. Habrá que descansar un poco, ¿no?
Al terminar estos mis amigos decidieron que se quedaban un rato en la zona de los DJs… Pero la música se repetía mucho, todo el rato lo mismo (Rage Against The Machine no sé cuántas veces sonó). Y qué queréis que os diga, para escuchar un DJ me voy a ver a los Kaiser Chiefs, que aunque no sea muy fan, conozco alguna canción y es música en directo. Llenísimo aquello, y ya a esas horas de la noche, imaginaos. Así que me pedí una cervecita, me puse lejos, y empecé a bailar un ratito. Y entonces… ¡tocaron una canción para mí! Ruby, ruby, ruby, rubyyy…aaaahahha… Ah, no, que es así la canción, que no me estaban llamando ni nada. En fin.
Otra vez a cambiar de escenario (tranquilos, ya sólo quedan dos grupos que contaros). Los Bengala. A estos nunca los había escuchado, me esperaba algo muy popero, pero es un rock garajero que mola bastante. Aunque también los vi de lejos y tampoco vi el concierto entero.
Venga, voy terminando con los últimos: NOFX… ¿qué contaros que no sepáis ya? A ver, los que los habéis visto en concierto ya sabéis lo que hay. Los que no, pero habéis leído alguna crónica mía en la que he hablado de ellos, también. Esta vez, conseguí contar 6 canciones seguidas sin que el gordo se pusiera a dar una conferencia entre tema y tema. Ahí estaba Mike, con su pelo azul y su vestido rojo, igualito al camisón de una amiga mía… Había gente motivada y gente abucheando, algo de crowdsurfing pero muy poco. Yo en concreto, lo intenté y en cuanto me levantaron el de seguridad me agarró y me bajó, no me dio ni tiempo. Y el setlist, un mojón. Y el tema con el que acabaron, todos con la boca abierta…¿qué haces terminando un concierto, siendo cabeza de cartel, con eso?… Qué le vamos a hacer…
Un último apunte: poco antes de que acabara del concierto, y aunque seguían vendiendo tickets, “cerraron” las barras. Ni un refresco te ponían. Ni agua. Yo al menos intenté cambiar los que me quedaban por vasos para la colección ( y así no perder el dinero) y ni eso pude. La gente estaba cabreadísima porque algunos habían comprado los tickets 10 minutos antes.
Pero como no me gusta quedarme con lo malo al final, os digo y os repito que es una maravilla de festival, y merece la pena, tanto por la organización, como por el lugar, como por los grupos.
Lady Mamen Hardcore os desea feliz final de verano. Besitooooos.
POR: MAMEN RODRÍGUEZ