El pasado sábado 18 de marzo teníamos una cita ineludible dentro de nuestra escena estatal del metal en la sala Trinchera, nuestro refugio sonoro de referencia en Málaga. Y es que aterrizaba nada más y nada menos que los compadres de Hora Zulú, nuestros vecinos de Granada con su potente e incombustible directo. Para esta cita, naturalmente, Algo de Rock queríamos estar presente para cubrir tan magno evento.
Partimos de la base de que esta gira es con motivo de la celebración del 20 aniversario de uno de los discos más míticos de la banda granadina “me duele la boca de decirlo”, que vio la luz allá por el 2002, siendo el primer disco de la banda. En este contexto tenemos que dividir el concierto en dos partes bien y claramente diferenciadas: la primera de ellas haciendo un repaso discográfico repleto de temazos para entrar en calor, y la segunda con la totalidad del disco al que se hace homenaje en esta gira tocando así las doce canciones que componen el ya clásico LP.
Así pues, una hora después de la apertura de puertas, a las 10 en punto salían a las tablas de la Trinchera un año más los Hora Zulú, aclamados por el respetable público allí presente que ya se emocionaba. Verlos aparecer fue suficiente para que la locura fuese total, cuando empezaron a sonar los acordes de por los ceniceros, pero aún más con los dos siguientes, himnos absolutos de los granadinos, como son camarada y mis barraqueras, con unos guitarrazos de Paco Luque absolutamente bestiales que volvieron a azotarnos el cogote para tener que ponernos unos collarines, sin falta, el domingo.
Pero la cosa no acaba ahí, aún nos llegaban otros dos clasicazos de la banda como son toma y obliga y de-que-rer-ser, temas aclamados y reconocidos por todo su público que ya estaba totalmente entregado. La siguiente canción sería la primera de las dos canciones que iban a tocar de un disco que a mí personalmente me gusta mucho como es la voz del amo, su último lanzamiento de larga duración. Se trata de beatus-ille, un tema de esos de letra profunda con grandes reflexiones en su composición lírica. Que me mata y gabinas de cochero fueron los dos siguientes trallazos para dar paso al particular still loving you, como diría sarcásticamente el propio Aitor, su particular balada, siendo reconocidos anti baladas: nuestro entonces.
Para este momento ya se acercaba al final del repaso discográfico más que interesante y lo hacía con un temazo del último lanzamiento como es el primer corte de la voz del amo, cave ventum otro de esos temas con temática profunda y reflexiva. Tras este trallazo se llegaba al ecuador del evento, al eje central, al momento que todo el público estaba esperando. Hacían un pequeño impass para luego volver, y hete aquí que Aitor pregunta en voz alta “¿qué viene ahora, agua de mayo? y entonces enloqueció al público entregado. “Tranquilos (nos decía) solo estoy preguntando, bueno solo estoy preguntando pero… agua de mayo” para hacer de nuevo estallar la locura del respetable. Una auténtica fiesta lo que se montó cuando interpretaron este tema que todos esperaban como agua de mayo. Y como agua de mayo iban cayendo pogos, cerveza por los aires, una juerga completa. Daba comienzo así el repaso total, íntegro y completo del disco que se homenajea por su vigésimo aniversario; después del siguiente tema que no era otro que tango, otro temazo muy esperado, Aitor ya bromeaba con que estaban terminando o si les quedaban pocas, haciendo alusión a que estaban mayores, pero mirando de reojo el setlist pudo comprobar rápidamente que solamente iban por la segunda canción de este disco, pero como buen andaluz de nacimiento siguió dando el callo. Luego le preguntamos qué le decía el poniente si se arrepiente o que tenga aguante como le sugiere el Levante, es que más andalú no se puede ser. Después vino de buena mañana para hacer un alegato al buen rap que lleva dentro, para seguir con otra pieza de flow pesado y metálico, bailable y rompe cuello como yonki supastar. Las dos siguientes también sonaron como un cañón y fueron ampliamente disfrutadas como son en el andén y tientos, haciendo gala del buen uso del lenguaje y del juego de palabras que caracteriza a nuestro querido frontman, mientras Paco Luque seguía lo suyo dando una masterclass salvaje de como tocar una guitarra eléctrica con ese sonido tan propio de Hora Zulú que tanto nos gusta.
Llegados a este punto quedaba el plato final, las últimas cuatro bombas por soltar, así pues, se avecinaba el final de este concierto memorable y no se esperaba que tocasen otras que estuviesen fuera del disco, básicamente porque ya lo adelantó Aitor diciendo que podrían tocar la última canción que han publicado pero que debido a la naturaleza de esta gira no lo iban a hacer. Así que, querido lector, si es seguidor de Hora Zulú sabrá que las que quedaban son golpes de pecho, en el lugar a estar, y no protesto y por último para cerrar a ver si me entiendes, como como colofón final para dejar por todo lo alto el potente directo con un tema enérgico que dejó la Trinchera echa una auténtica caldera.
Como siempre, nuestro refugio sonoro de referencia, la sala Trinchera, volvió a sonar como un cañón y el público también de 10, se nota cuando una banda tiene una legión de fieles seguidores que van a escuchar y disfrutar del grupo, se saben sus canciones y todo es redondo, cosa que por desgracia no pasa en otros grupos o estilos musicales en el que todo se magnifica y comienzan a llenar salas de público que ni siquiera conocen el grupo no les gusta o no van a escuchar realmente el concierto. Por mi parte nada más, solo pediros por favor que no os perdáis el directo de Hora Zulú, que ya me duele la boca de decirlo. Que, como ya dije hace 3 años, estos Camaradas, venidos desde Graná, querido lector, A ver si me entiendes, que tiene mucho arte, porque son Andaluces, de nacimiento.
Texto: Adrián Madueño Alarcón
Fotos: Lucas Britez