Pues en esta ocasión nos citaron en Castellbisbal, para asistir al festival POTAROJA. Un festival benéfico a favor de la asociación El Cassó, 7 bandas punk con la premisa de que todas ellas tenían algún miembro oriundo del pueblo.
El emplazamiento fue el parque Folch i Torres y por allí fueron desfilando los grupos durante las más de seis horas que duró el evento.
Iniciaron hostilidades OMEN, grupo con cierta querencia por el metal virguero y técnico, con voz femenina (sencillamente, brutal) y que fueron dejando pequeñas joyas en forma de versiones de clásicos metal que hicieron entrar en calor, poco a poco al respetable. Al margen del nivel técnico y vocal de estos muchachos que me dejaron bastante sorprendido, he de decir que otra cosa que me sorprendió bastante fue el nivel del equipo de sonido y el tamaño del escenario. He de decir que he estado en bastantes festivales de más (supuesta) enjundia y solera, con muchísimo peor sonido. Vaya por delante el reconocimiento a la organización en ese sentido.
En segundo lugar, actuaron The Raid, grupo con mucho feeling, mucha garra y que supieron hacerse con la gente, quizá sin tanto virtuosismo, pero todo corazón. Dejaron para el respetable poderosos covers de Janis Joplin , Deep Purple, y el divino Gary Moore de todos los Santos. En lo personal decir que los disfruté mucho.
En tercer lugar, en medio del meollo, PH Rock, una de las bandas con más trayectoria de la localidad. En referencia a ellos, decir, la primera sorpresa grata y grande de la noche. La última vez que yo los escuché, me gustaron. Pero lo del sábado, con formación renovada, fue un auténtico espectáculo. Una mezcla abigarrada y salvaje de punk con toques metal, buen nivel técnico, y un derroche de carisma y energía de sus dos cantantes. Uno a uno fueron desgranando sus hits y nos fueron dejando el flequillo (imaginario) totalmente hacia arriba. Realmente esta gente se han pasado el juego. Están para cosas grandes.
Y ojo ahora. Aviso. Quizá mis niveles de objetividad bajen un poco durante unos instantes. Son una debilidad personal. KdK, Kaldillo de Kontainer. Punkanrol desde el gueto. Procedentes de Bellvitge (Hospitalet de Llobregat), fueron descargando, con su honradez y su energía habitual una sucesión de clásicos del punk y el rock nacional que consiguieron por momentos poner a la gente más caliente que el cenicero de un bingo.
Decidí, Salve, La Hoguera... fueron cayendo una a una como verdaderos proyectiles junto con sus temas propios que no desmerecen en absoluto. Temas como Rey a la fuga, PCR ( Porros, Coca y Rocanrol) o Tu Puta Nación, en poco tiempo serán clásicos que la gente coreará. Estoy seguro. Seguirán creciendo y seguirán puliendo defectillos y haciéndose cada vez más grandes. Tienen lo más importante. Tienen el fuego.
A continuación, y con el incendio iniciado, el nuevo proyecto de Lubi, Venganza Bastarda. Aquí la segunda sorpresa de la noche. Hace unos meses, cuando iniciaba el proyecto, tuve ocasión de escuchar algunos temas de primera mano. Se intuía ya por donde irían los tiros, un HC Punk enérgico y sin ninguna reserva. Pero lo que escuche el sábado me dejo gratamente sorprendido. Napalm para el incendio que ya habían iniciado KdK. Rabia, energía, buenas letras y Old School del bueno. Y una bajista que es un verdadero espectáculo. Si no me creen, échenles un vistazo. Para la chavalada más incendiaria y para los nostálgicos del Pogo ochentero. Para el niño y la niña. Punk borrico para todos los públicos.
La recta final del evento comenzó con Loris Pacaccio, encargado de hacer una exhibición de percusión. Es increíble lo que se puede hacer a los mandos de una batería. No eres consciente hasta que ves a un máquina de semejante nivel. Como bien dice mi amigo Lubi, los baterías son una especie aparte. Arrolladora exhibición técnica que nos dejó a todos flipando. No te lo esperas y te deja diciendo: Pero que pasó aquí??…
En ese estado de estupefacción estaba cuando empezaron Bestia Parda. Les tocó cerrar a ellos la fiesta, y la verdad es que se aplicaron a fondo. Con el viento a favor, fruto de mucho tiempo pisando tablas, iniciaron con Ratas, uno de sus clásicos, punk a toda velocidad, punk peleón, punk festivo y alegre, pero punk directo a la mandíbula. Sin ser su bolo más brillante de la historia, se marcaron un set lleno de cañonazos, como Más Vino, Suenan las sirenas (como me gusta ese tema) El más kabrón -homenaje al grupo argentino 2 minutos – y como colofón de la historia, la performance de Víctor vestido de obispo de Castellbispunk, y la energía arrolladora de Grego Petróleo que cantó su Amos no Jodas.
Han alcanzado tal nivel de oficio, que aun sin tener un bolo redondo son capaces de poner al respetable del revés. Otros que están para cosas más grandes
En definitiva, un gran festival, más de seis horas de música en directo. Dar las gracias en este sentido a los organizadores por apostar por la música en directo y hacerlo de manera gratuita.
Gracias a los fotógrafos habituales Antonio Benítez, Fire Trip y demás por tantas y tan buenas fotos y videos.
Y gracias en última instancia a los músicos, por su buen hacer y por su empeño en que la gente lo pasase bien y por sacar una vez más el rocanrol a la calle. GRACIAS.
FOTOS
Texto: Edu Bestia
Fotos: Fire Trip