En Sevilla, el 29 de Octubre, el grupo pirata The Groggy Dogs desembarcaba en la Sala Even con motivo de su primer concierto con público en la sala Even. Pese al tiempo un poco revuelto, la respuesta del público fue espectacular, ya que estuvieron al borde de hacer el sold out.
El comienzo, con un escenario decorado para la ocasión con cañones, velas y banderas piratas, arrancaba con The Roaring Seas que puso ya a la gente patas arriba. Entonces fue cuando comenzó la verdadera fiesta pirata donde abundó la buena música y la bebida, tanto encima como debajo del escenario.
El setlist tenía un total de 16 canciones, donde se iban intercalando canciones de su primer LP Grog o Clock junto con otras canciones piratas famosas versionadas por parte del grupo. Las canciones como Last Night’s Grog o Drunken Sailor parecían que iban despertando poco a poco al público que empezó moviéndose prácticamente poco. Eso sí, en cuanto se llegó al ecuador del concierto, se empezó a ver el verdadero movimiento por parte de la gente a base de pogos, saltos y, por supuesto, con toda la gente entregándose al máximo cantando. Eso sí, el momento que todo el mundo tiene guardado en su retina (y en el móvil de quienes lo grabasen) fue cuando La Vudú del grupo (Fátima, violinista de la formación) decidió coger el bote, hinchable por supuesto, para navegar (literalmente) por la sala desde una punta a otra y media vuelta. El sonido era francamente espectacular, ninguno de los miembros fallaba en un solo acorde, todo entraba en su debido tiempo, y eso hizo que se pusieran a los asistentes en la palma de la mano desde el primer segundo del concierto
En general, el concierto tuvo un recibimiento muy positivo, no había nadie en la sala que no estuviera bailando o cantando. El público estaba excepcionalmente reactivo (tanto que había bastantes personas vestidas de pirata) y el ambiente que generaron a base de interactuar con el público fue muy disfrutable, si tuviera que poner algún punto negativo fueron las luces tan oscuras que no permitieron apreciar en su totalidad los atuendos de los integrantes pero, por todo lo demás, la velada fue de diez.
Crónica: César Gutiérrez y Guille Sánchez
Fotografía: Guille Sánchez